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El ferrocarril minero de La Pereda a La Foz, a su paso por Loredo. En la imagen, el maquinista Jesús y su mujer, Sara, que le llevaba la comida a la estación. :: FOTOS CEDIDAS POR LA ASOCIACIÓN CULTURAL LOS AVERINOS
Mieres redescubre Loredo en fotografías
Cuencas

Mieres redescubre Loredo en fotografías

Los vecinos exponen en la Casa de Cultura Teodoro Cuesta imágenes sobre su patrimonio natural, etnográfico e histórico

MARTA VARELA

Lunes, 27 de febrero 2012, 03:39

Circulando por la carretera nacional 630, de Mieres a Oviedo, hay una desviación hacia Loredo, situado a solo cinco kilómetros de la villa mierense. Se trata de un pueblo pequeño, pero lleno de historia y que atesora un patrimonio cultural y natural aún desconocido para la mayoría. Los vecinos quieren descubrírselo al resto de los habitantes del concejo y de Asturias y, para ello, la Asociación Cultural Los Averinos ha organizado una muestra fotográfica en la Casa de Cultura Teodoro, que está teniendo una enorme acogida. En principio, se puede visitar hasta el próximo viernes 2 de marzo. Sin embargo, viendo la alta afluencia de público, es posible que el plazo se amplíe.

Según recuerda el presidente de Los Averinos, Celso Suárez, «el mayor problema que se nos presentó fue seleccionar las 150 fotos entre las 3.000 con que contábamos, puesto que todas nos parecían buenas; transmitían recuerdos de la infancia, aventuras de las que disfrutamos o la nostalgia de alguien que ya no está». Las imágenes -acompañadas de ramas de laurel, puesto que el nombre de la localidad proviene de este árbol- recogen retazos de historia, como el paso del ferrocarril minero de La Pereda hasta La Foz, hoy convertido en senda verde, con cuatro kilómetros de agreste paisaje; fiestas populares, atractivos turísticos, como las 19 rutas de escalada de diferente dificultad para trepar por la roca situada al final de la senda verde, en el valle de Frechura; los más de 50 manantiales, abrevaderos y fuentes; y ejemplos del patrimonio arquitectónico, artístico y natural.

Y es que, con menos de un centenar de vecinos, este enclave cuenta con un amplio número de construcciones típicas asturianas, muy bien conservadas. El arquitecto Efrén García llegó a catalogar en sus obras 40 hórreos y cuatro paneras, de las que hoy quedan más de veinte en total. Asimismo y, aunque requieren de mejoras, existen varios molinos harineros movidos por agua.

Según recuerdan sus habitantes, en 1149 don Gonzalo Bermúdez donó los terrenos de Loredo a la catedral de Oviedo, junto con otras propiedades, y existen referencias a la iglesia de San Pedro en la 'Relación del obispo Alponte al rey Felipe II' en 1587. El templo tiene un retablo barroco, del siglo XVIII, con escenas del santo. Todos esos acontecimientos que tuvieron como protagonista al pueblo se recogen en cinco placas, sufragadas por los vecinos, en las edificaciones más antiguas de la localidad.

En recuerdo a su historia más reciente, en 2005 se abrió el Aula de Interpretación del Ferrocarril, que se puede visitar con reserva previa. Ubicada en la antigua estación del ferrocarril minero de Hulleras de Riosa, cuenta con dos espacios expositivos sobre el tren y el sector minero. Loredo es «un valle por y para conocer», afirman sus vecinos. Un pueblo que mira ahora a su pasado para asegurar su futuro.

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