«Estaba borracha y se enfadó porque no le di coca ni dinero»

«Ni la agredí ni la intenté violar. Se enfadó mucho porque no le di ni cocaína ni dinero como ella me pedía y acabó diciéndome que se vengaría de mí». El camionero acusado de un delito de agresión sexual en grado de tentativa aseguró ayer ante el magistrado de la Sección Octava de la Audiencia Provincial que los hechos que se le imputan son «totalmente falsos». El fiscal solicita para él cuatro meses de prisión y una multa de 2.400 euros por la falta de lesiones. Además, pide que indemnice a la supuesta víctima, de origen brasileño, con 3.000 euros.

La mujer no se presentó al juicio tras renunciar a personarse en el procedimiento judicial, pese a que inicialmente manifestó haber sido violada y amenazada con un arma. Quienes sí declararon en la vista oral fueron los dos agentes de la Policía Local que en la madrugada del 22 de septiembre de 2009 acudieron a la llamada del vigilante de seguridad del Centro de Transportes de Tremañes. «Cuando llegamos nos encontramos con una mujer desnuda de cintura para arriba, con un golpe en la cara y arañazos en la espalda y que estaba en estado de gran nerviosismo», explicaron. Una vez en el hospital, aseguró que había sido forzada a mantener relaciones sexuales. «Me quedé inconsciente y cuando me desperté estaba siendo violada», dijo.

«El testimonio no es veraz»

La presunta agresión se produjo en el camión que el procesado, conocido como 'Elvis', tenía aparcado justo frente a la garita del Centro de Transportes. Sobre el origen de las lesiones que presentaba la joven, el acusado las achaca «a una caída desde arriba del camión a los matorrales que había justo al lado».

El ministerio fiscal considera probado que esa noche el camionero envió un taxi a la mujer, «que conocía anteriormente por su trabajo como prostituta», y le pidió que se viesen en su vehículo. Una vez allí, presuntamente, ella se negó a mantener relaciones con el joven, por lo que él comenzó a pegarle y le obligó a mantener relaciones sexuales.

Sin embargo, la denunciante aportó diferentes versiones sobre lo ocurrido en la Comisaría y durante las declaraciones que efectuó en el periodo de instrucción, lo que es utilizado por la abogada de la defensa, Leduina Blanco, para refrendar la inocencia de su cliente.

En el informe elaborado por los psicólogos sobre la mujer poco después de los hechos apuntan a la existencia de «una alteración neurológica». «El testimonio que realiza no es veraz. Incurre un contradicciones, tiene confusiones del tiempo y el espacio y equivoca las situaciones. El relato pudo ser una fábula o puede ser verdad. No se puede precisar debido a su estado», señaló el perito que testificó durante la vista oral. El juicio quedó visto para sentencia a la espera de que el juez emita la resolución.