

Secciones
Servicios
Destacamos
ALBERTO PIQUERO
Miércoles, 22 de febrero 2012, 03:40
Es el artista que no cesa, como el rayo de Miguel Hernández, pero con la sensibilidad a flor de piel de aquellos que están predestinados para conservar un resto de inocencia tras las tormentas. 'Intemperie' es el disco que trae Luis Eduardo Aute (Manila, 1943), mañana, jueves, al Teatro Filarmónica. Por ahí empezamos.
-En el tema que da título al disco, habla del «pandemónium del poder que nadie ve». ¿Cuál es ese poder?
-Ah, si yo lo supiera... , te lo diría. Es Spectra (referencia irónica a las películas de James Bond), que dirige y mueve los hilos de nuestras vidas. Es el gran capital que ha dado un golpe de estado a la política y que se muestra sin tapujos, poniendo a sus hombres al frente de los gobiernos, al tiempo que también tratan de cargarse a los sindicatos.
-Ya que menciona a los sindicatos, ¿qué le han parecido las manifestaciones del pasado domingo contra la reforma laboral?
-Un alivio, que la gente no se resigne. Y es un primer aviso. Pero al pandemónium del poder le da igual, les entra por un oído y les sale por el otro.
-En 'Atenas en llamas', otro de los temas de 'Intemperie', parece profetizar lo que está ocurriendo ahora mismo en Grecia...
-Lo escribí hace más de dos años, en unas vacaciones que pasé en Atenas con mi mujer y mis hijos. Hubo revueltas universitarias en las que murieron dos estudiantes. Pero el motivo de la canción fue una pancarta ante la Acrópolis, en la que se decía 'Pueblos de Europa, levantaos'. Una llamada desde la cuna de nuestra civilización. Europa no existiría sin Grecia. Y esa pancarta reivindicaba la Europa del arte y la filosofía frente a la de los mercaderes.
-En 'Quiéreme' vuelve sobre uno de sus motivos principales, el amor. ¿Es la única redención posible?
-Una mini-redención, que dura muy poquito tiempo (bromea)... Fuera coñas, la felicidad solo se encuentra cuando estás enamorado, es lo que justifica la vida en el fondo, querer y que nos quieran. En otro caso, puedes ser el hombre más rico del mundo y estar hecho una mierda.
-Hablando de vidas, 'Toda una vida' o 'Volver al agua' resumen de algún modo la suya. La segunda de ellas, invita a recuperar lo que fuimos; pero, ¿no es muy difícil rescatar la inocencia una vez perdida?
-Existe bondad en el mundo. Hay gente que aunque haya sufrido grandes putadas, no puede ser perversa, no está en sus genes. Yo me siento hasta cierto punto en ese espacio. Necesito creer en algo, porque de lo contrario carece de sentido que hagas nada. Ahora estoy en el proceso de un nuevo disco, que se titulará 'El niño que miraba el mar', a partir de una fotografía mía en Manila, cuando tenía dos años. Y la idea es esa, recuperar la inocencia, hasta donde es posible.
-La última visita que había hecho a Asturias fue en el Centro Niemeyer, donde parecía sentirse muy involucrado. ¿Ha seguido los acontecimientos políticos que han rodeado a este espacio cultural?
-Sí, los he seguido y me parecen terribles. El proyecto de Natalio Grueso se había llenado de contenidos dignos. La ciudad comenzaba a girar alrededor de esas actividades y la gente con la que hablabas te decía que estaba encantada. No se comprende este intento de derribo, es una barbaridad.
-¿Cuándo saldrá a la calle el disco de 'El niño que miraba el mar'?
-Llevo el trabajo muy adelantado, pero todavía no lo sé. Puede que en el otoño, si es que el calendario maya o el pandemónium del poder no hacen que se acabe el mundo antes.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.