«Cimadevilla, ¡qué pena da!»

Llevaban varias semanas mirando al cielo, rogando que no lloviera, pero al final no hubo suerte. Batucada Los Playos presentó ayer en el Jovellanos una propuesta en la que estuvieron trabajando varios meses, una charanga que ensaya en Roces pero cuyos miembros, «por lo menos más de la mitad», son de Cimadevilla.

Desde septiembre preparando el Antroxu, «aunque estas últimas semanas han ido un poco a la trágala», Batucada Los Playos presenta un disfraz colorido y alegre, en el que estos vecinos del barrio alto interpretan a un nutrido número de piratas. La actualidad que acontece en el barrio de Cimadevilla recibió las críticas en forma de coplillas de Batucada, con el botellón en el punto de mira. «Vamos con los pantalones por la rodilla pa los mesios no pisar», entonaron, al tiempo que pedían a la alcaldesa un poquito de atención: «Cimadevilla, ¡qué pena da!; Moriyón, ¡entérate ya», cantaron.

También los recortes sufridos por las charangas para este carnaval recibieron alguna que otra queja. «Aunque quedemos los primeros no cubriremos los costes que nos supone todo lo que presentamos este Antroxu, nos hemos dejado un montón de dinero», explican desde la charanga que, con el de este año, afronta su cuarta participación en el carnaval gijonés.

De todas formas, y a pesar de haber participado en tan solo cuatro carnavales, Batucada Los Playos tiene anécdotas «para escribir un libro», desde las consecuencias «de subir nerviosísimos al escenario del Jovellanos, olvidársenos alguna cosa a sufrir un atropello de coche al salir del teatro. Lo que no nos pase a nosotros, ¡no le pasa a nadie!», bromean. Pase lo que pase, en el catalejo de Batucada Los Playos siempre se verá Cimadevilla.