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Papel y cartón apilado junto a los contenedores de reciclaje de la plaza de La Merced. :: MARIETA
Avilés recicla menos
AVILES

Avilés recicla menos

La ciudad se sitúa por debajo de la media regional, lastrada por los robos de papel y las caídas en el consumo

J. L. GONZÁLEZ

Domingo, 5 de febrero 2012, 11:35

Avilés recicla menos. Un vistazo a los datos anuales correspondientes a 2011 que facilita el Consorcio para la Gestión Sostenible de los Residuos de Asturias, Cogersa, permite percibir que el concejo ha bajado por primera vez en varios años de la media de residuos reciclados que registra el conjunto de la región.

Pero, tras el frío dato, se esconden otros factores que poco tienen que ver con la voluntad o las costumbres de los ciudadanos. La reducción del consumo de papel en hogares y oficinas ha provocado un aumento del precio de este material, que compra la industria del reciclaje. El encarecimiento lo ha convertido en un material más atractivo para algunos colectivos que lo sustraen de cubos y contenedores para revenderlos después. A estos factores se une la caída del consumo en el sector de la hostelería, que reduce la cantidad de vidrio recogido. La crisis económica puede expresarse de múltiples maneras. Una de las últimas en emerger es la que ofrecen los datos de reciclaje del pasado año en el concejo que publica Cogersa. La falta de empleo ha provocado que sean muchas las personas que deban buscar nuevos modos de subsistencia, acercándose a negocios, legales o no, a los que antes no se dedicaban. Y, uno de ellos, es la venta de residuos que son objeto de procesos de reciclaje.

Es cierto que los datos de recogida de residuos en Avilés han bajado respecto a años anteriores. En el último ejercicio, ese descenso se ha traducido en un 7,2% menos en el número de kilos reciclados en el concejo respecto al año 2010. No obstante, en plena crisis económica, se ha dado una situación en el concejo que se repite en el conjunto de España, según señalan desde Cogersa, y que está provocada por varios factores.

El primero, el consumo. Los responsables de Cogersa explican que tanto los hogares como las oficinas han rebajado la cantidad de papel de la que hacen uso. Este fenómeno ha provocado que el precio de este material de desecho, fundamental para las empresas que lo utilizan en sus procesos productivos, haya experimentado un incremento, convirtiéndolo en un producto atractivo para ciertos colectivos.

La nueva imagen de este producto de desecho, lo ha situado en una posición similar a la que mantiene el cobre: se ha convertido en un material con el que resulta rentable mercadear. Por ello, la cadena habitual del reciclaje ha sufrido una alteración. Es imposible cuantificar la cantidad de papel u otros materiales que la población deposita en los contenedores especiales, pero sí es posible hacer esa misma cuenta cuando estos son vaciados en los almacenes de Cogersa. Pero, ahora, ya no llega la misma cantidad de material de desecho a estos espacios porque, por el medio, alguien los sustrae.

El reflejo de este procedimiento se encuentra en las tablas de datos que facilita Cogersa. Desde el año 2007 el número de contenedores específicos que se ponen a disposición de la población para que separe sus residuos ha sufrido un aumento constante, pasando de 253 a 328 en el caso del papel, de 161 a 274 en el de los envases, y de 136 a 226 en el del vidrio.

La mayor facilidad para separar los residuos tenía un reflejo directo en los kilos por habitante reciclados, que mantenía incrementos constantes en casi todos los productos susceptibles de pasar por la cadena de la reutilización. Hasta el pasado año. Avilés, que desde 2007 se mantenía por encima de los 30,7 kilos de papel reciclado, bajó el pasado ejercicio hasta los 26,7. La comparación con los envases, que no son objeto de la especulación a la que se ven sometidos ahora papel y cartón, es clara: estos productos mantienen una línea ascendente, con 8,7 kilos por habitante por los 5,3 que se registraron en el año 2007 y los 8,2 del pasado ejercicio.

El caso del vidrio

La situación que ha experimentado el vidrio es diferente a la del papel y el cartón. Hasta ahora, este material no se encuentra en la lista de productos de desecho con los que hacer negocio recogiéndolos en la vía pública, para venderlos después a empresas especializadas.

Pero, uno de los sectores que más habían contribuido a elevar la cifra de vidrio incorporado al proceso de reciclaje en los últimos años, el de la hostelería, también nota la crisis. La caída de las ventas en este sector ha provocado, sostienen en Cogersa, que la cifra global de vidrio recogido haya sufrido un descenso del 1,3% sobre el ejercicio de 2010.

Y, ese descenso, se nota especialmente en los datos que Cogersa maneja sobre el programa Horeca, que desarrolla en colaboración con Ecovidrio. Se trata de una iniciativa que tiene como objetivo mejorar las cifras de vidrio recogido para reciclar, poniéndoselo fácil a los hosteleros. Así, los profesionales del sector adheridos a esta iniciativa, no tienen más que esperar a que los camiones que prestan este servicio acudan a sus establecimientos para hacerse con los materiales que los hosteleros quieran retirar.

La situación que experimentó Avilés en el pasado ejercicio, lastrada por una serie de condicionantes a los que antes no se enfrentaba, han provocado que, por primera vez en varios años, la media de kilos reciclados por habitante sea inferior a la que se registra en Asturias. Si en Avilés el dato es de 47,3, en el conjunto de la región la cifra se elevó hasta los 48,5.

La situación regional

El proceso que experimentó Avilés durante el pasado año tiene su espejo en el conjunto de la región. Aún cuando la situación del concejo es peor a la media regional, la tónica descendente también se ha notado en el resto de Asturias.

Así, el Principado cerró el ejercicio de 2011 con una bajada de un 5,2% sobre el año 2010. La media de kilos reciclados por habitante se fue hasta los 48,6, lo que supone 2,6 menos que el año anterior.

Según las previsiones de los sistemas integrados de gestión de cada uno de los materiales, las tendencias que se han registrado en Asturias son muy similares a las que padecen otras comunidades autónomas, y guardan además una estrecha relación con la contención del consumo por parte de las familias, explican desde Cogersa.

Aunque los datos definitivos de cierre de 2011 para el conjunto de España están aún por conocer, las previsiones que se manejan en Cogersa pasan porque Asturias siga manteniendo una posición de honor en el escalafón, situándose por encima de la media nacional.

La recuperación de las cifras de envases recogidos, volvió a dejarse sentir el pasado ejercicio, aunque de una forma muy tímida. Cada asturiano depositó 9,5 kilogramos de este tipo de productos, un 0,05% más que en 2010 si se atiende a la cifra global.

En el caso del vidrio, los datos, aunque positivos, dejan un regusto amargo. Durante los últimos años, se venían experimentando un ritmo de crecimiento del 10% aceleración que se estancó el pasado año para dejar un incremento del 1,3%.

Las causas a las que apuntan desde Cogersa para explicar los fenómenos que se han dado en el conjunto de Asturias son los mismos que explicarían los malos datos que se registraron en Avilés y que se resumen en una palabra: crisis. La bajada del consumo de papel aumenta su precio y lo convierte en un producto del que se puede obtener rentabilidad, lo que hace que ya no llegue a los almacenes de Cogersa. Respecto al vidrio, la desaceleración en el crecimiento de las cantidades recogidas, también se explican en Asturias por una caída del consumo, especialmente por parte del sector hostelero.

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