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J. L. CALLEJA
Viernes, 13 de enero 2012, 03:38
La supervivencia del Feve Gijón en la máxima categoría del balonmano femenino español puede decidirse en los tres partidos que jugarán en los próximos siete días. Las gijonesas, que no han sumado ni un solo punto, se enfrentan mañana al Elche Mustang en el Pabellón de Ceares (19 horas) y, cuatro días después, recibirán al Kukullaga vizcaíno, para cerrar la semana en Castro Urdiales.
Son tres equipos en teoría asequibles, pero los dos últimos son rivales directos, por lo que un resultado negativo ante estos podría dar al traste con las posibilidades de alcanzar la permanencia. El entrenador local Viti López tiene claro que «tenemos que sumar cuatro de los seis puntos en juego, porque no nos queda otra si queremos salvarnos».
Así las cosas, el Feve se juega muchísimo en estos tres encuentros. Casi toda la temporada. La derrota ante el Porriño, otro de los conjuntos que luchan por mantenerse, antes del parón navideño fue una mazazo para la moral de las jugadoras del BMG, puesto que, tras su notable mejoría con Viti en el banquillo, cayó contra un equipo con un potencial similar.
Por ello, durante el largo parón del Mundial, el preparador gijonés realizó un minipretemporada con sus jugadoras, pero sobre todo trató de trabajar mucho el aspecto psicológico.
Sin embargo, en la vuelta a la competición el pasado sábado, sufrió otra negativa experiencia al perder en su visita al UCAM Murcia, en un partido en el que el equipo gijonés protagonizó una serie de errores que le costaron el partido al filo del descanso.
«Creo que ya está olvidada la derrota y he dicho a mis jugadoras que hay que sobreponerse como si empezáramos de nuevo», sentencia el preparador gijonés.
La temporada para el Feve Gijón, después de varios cambios en el banquillo en los primeros encuentros, se ha convertido en un auténtico calvario para su plantilla.
Por ello, Viti, el entrenador que tuvo al equipo cinco campañas consecutivas en la élite, lo intenta, pero sin que hasta el momento lleguen los resultados, aunque en la directiva se tiene muy claro que es la persona ideal para intentar lo que parece imposible después de no haber sumado aún ningún punto.
Un refuerzo que no llega
El parón del Mundial de Brasil sirvió para que algunas jugadoras se recuperasen. La internacional junior Rebeca López ya está casi restablecida de la operación en su mano derecha y la veterana Vanessa Lozano superó sus molestias en la espalda.
Pero el verdadero problema es la incorporación de la dominicana Mariela Altagracia. El club gijonés tiene ya pagado su pase internacional y el billete para viajar a España, pero la tardanza de su visado no ha permitido que la zurda sudamericana pudiera jugar el pasado sábado en Murcia, por lo que su llegada se demora, aunque podría presentarse hoy para jugar mañana ante el Elche.
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