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El 'valenciano' (derecha) recorre las calles de San Salvador junto a una de las 'madamas'. :: J. M. A.
Las máscaras divierten al Valledor
Occidente

Las máscaras divierten al Valledor

Decenas de personas siguen por los pueblos de San Salvador, Fonteta y Villalaín el tradicional desfile de invierno de 'Os Reises'

J. M. AZCÁRATE

Domingo, 8 de enero 2012, 13:07

La parroquia de San Salvador del Valledor celebró ayer la puesta en escena de 'Os Reises', una ancestral mascarada de invierno que, tras décadas de ausencia, se recuperó hace cuatro años para convertirse en una fiesta obligada al inicio de cada nuevo año.

Desde primeras horas de la mañana, las doce personas que encarnaban lo bueno y malo de la vida, fueron recorriendo una por una las casas de los pueblos de Fonteta, Villalaín y San Salvador, pidiendo el aguinaldo al son del romance 'A canción Os Reises'. Al mismo tiempo, daban cuenta del nuevo vino y los productos de los recientes 'samartinos'.

Seguidos por un centenar de personas, los mascarados hicieron todo tipo de trastadas a los visitantes mientras bailaban y cantaban al son marcado por 'el choqueiro' que, tocado con un sombrero alto y una cola de raposa, no paró de saltar y hacer acrobacias sobre el bastón que utilizaba a modo de pértiga.

Entre tanto salto y música, destaca la presencia, por su elegancia y saber estar, del 'valenciano', caracterizado por su traje blanco y su sombrero de paja, que recorre las calles acompañado por una de las 'madamas'.

Según detallan los organizadores de esta fiesta, cada año son más los naturales del Valledor que regresan estos días a sus casas de origen para participan en esta celebración, que pone punto y final a las navidades y a los encuentros familiares en la comarca.

Este año, la celebración de 'Os Reises' ha estado marcada por el incendió que arrasó más de 2.000 hectáreas en el valle el pasado mes de octubre. Si bien el fuego afectó en mayor medida a la vecina parroquia de San Martín, lejos de rendirse al desánimo, fueron muchos los vecinos de los pueblos cercanos que se desplazaron a Fonteta para presenciar y disfrutar de la popular mascarada de invierno que, según recuerdan los mayores, dejó de celebrarse en la década de 1950.

Comida para todos

Entonces, los jóvenes de la parroquia de San Salvador se disfrazaban y recorrían las casas de los pueblos pidiendo el aguinaldo que luego reunían para preparar una comida abierta a todos, lo que se aprovechaba para continuar la fiesta y cortejar.

Siguiendo esas mismas pautas y con la colaboración del grupo musical 'Bezos Astures', las nuevas generaciones de jóvenes han tomado el relevo para mantener viva esta tradición que para muchos se ha convertido ya en la festividad más importante del concejo.

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