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Francisco Álvarez-Cascos, en su despacho de Presidencia, durante el mensaje de Año Nuevo. :: IMAGEN CEDIDA POR TPA
«Si todos vamos juntos, 2012 será un año de recuperación»
Politica

«Si todos vamos juntos, 2012 será un año de recuperación»

Álvarez-Cascos hace un llamamiento a la unidad de los asturianos en su primer mensaje de Año Nuevo como jefe del Ejecutivo autonómico

J. A. GARCÍA

Lunes, 2 de enero 2012, 03:36

«Si todos vamos juntos, 2012 será un año de recuperación». Francisco Álvarez-Cascos, aprovechó su primer mensaje de Año Nuevo como presidente del Principado para hacer un llamamiento a la unidad de todos los asturianos ante los retos que debe afrontar la región en los próximos meses al objeto, señaló, de conseguir la ansiada recuperación «sin que haya lugar para la resignación, la complacencia y el fatalismo».

Las primeras palabras de su discurso fueron de agradecimiento y estuvieron dirigidas a todos los ciudadanos «por el esfuerzo colectivo que persigue conquistar una sociedad mejor, más justa, más equitativa, más próspera y más realista». Ese es el punto de partida, en opinión de Cascos, «para que todo lo mejor se multiplique y todo lo peor se extinga».

No ocultó la dureza de la actual coyuntura económica y social que se traduce, precisó, «en casi 90.000 asturianos en el paro y muchas personas que subsisten en la desesperanza o que viven bajo el umbral de la pobreza». Sin embargo, expresó el compromiso de su Ejecutivo de que esos ciudadanos tendrán una atención «prioritaria» durante el próximo año.

Advirtió de que sería un error dejarse llevar por el fatalismo o por el victimismo en estos momentos y dejó claro, al mismo tiempo, que nada de lo que ha ocurrido en el pasado o de lo que pueda suceder en el presente inmediato sea consecuencia de una extraña confabulación. «Todo lo que ha ocurrido y ocurre en Asturias es fruto y responsabilidad directa de los asturianos», afirmó. «Fruto, en lo que respecta a no haber sabido estar a la altura de las circunstancias, y responsabilidad, en lo que tiene de conquista de grandes metas», apostilló Cascos , que reclamó «personas conscientes» para afrontar esta difícil etapa «que no se consideren ni más ni menos que nadie».

Reivindicó la importancia de ser «un buen asturiano» como el mejor ejemplo de lealtad a España. A ese respecto, agradeció el respaldo de los ciudadanos que le apoyaron en las urnas el pasado mes de mayo y que le eligieron «para luchar por una Asturias mejor».

«Quien ahora se dirige a ustedes no es una persona que se crea en posesión de la verdad, ni mucho menos de la única verdad, sino alguien que entiende que en democracia hay unos valores que no tienen más color que la oportunidad que aporten para hacer de Asturias algo más justo, más íntimo, más abierto al futuro y más alejado de la zozobra», aseveró.

El presidente autonómico reiteró su apuesta por una Asturias «plural», así como por una forma «cabal» de exigir respeto para la comunidad «de todos los asturianos».

Justificar sus políticas

Hubo tiempo en su discurso para hacer balance de sus primeros seis meses al frente del Gobierno regional. Medio año en el que su principal empeño, destacó, ha sido «tratar de introducir luz y aire fresco en la 'cosa pública' asturiana mediante la aplicación de los principios de austeridad, transparencia y control del dinero de todos los asturianos». Con este fin, recordó, el Ejecutivo que preside ha puesto ya en marcha muchas de las medidas que deben constituir los cimientos sobre los que ha de asentarse la recuperación económica de la región.

«Sí afirmo, a corazón abierto, sin servidumbres ni tutelas, que mi compromiso político y moral con Asturias en nada ha variado en este año 2011 sino que, por el contrario, se ha enriquecido viendo para creer, y contemplando la realidad con luz y con taquígrafos», dijo.

No faltó la crítica política. Cascos señaló a sus antecesores en el Gobierno, a los que acusó de haber dejado como herencia una situación peor de la que conocía la opinión pública: «Nos hemos encontrado con sobresaltos inesperados porque hemos indagado en escenarios que eran peores que lo advertido por las más pesimistas previsiones, pero también hemos hallado unos valores que ya conocía de la sociedad asturiana pero que, cuando se entra en sus detalles, en los pormenores, en la letra pequeña, encienden aún más la llama del orgullo de ser asturiano».

«Nos toca vivir unos tiempos en que es ineludible que todos nos otorguemos mutuamente un estatuto de confianza, de buena fe, de cordial vecindad. La escena más triste sería la de una Asturias que cava cada día su propio hoyo, y se hunde en él cada día más, con una complacencia suicida», apostilló.

«Si todos vamos juntos en lo básico, 2012 será un nuevo año de recuperación y de progreso», auguró el presidente del Principado, quien «cada día que pasa eleva la intensidad de su entusiasmo por servir a Asturias y a todos los asturianos, desde la humildad de quien quiere aportar su experiencia, arrimar el hombro y buscar aires renovados para los problemas viejos». Cascos acompañó esta declaración con una petición dirigida en especial a la clase política: «Hay que abandonar urgentemente el camino de la vieja política fracasada».

Así, expresó su «obligación de avanzar por un nuevo camino reformista y europeísta que garantice la cohesión de todas las regiones españolas, sin discriminaciones ni exclusiones».

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