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Unas torres de alta tensión ubicadas en la localidad naveta de El Remediu. :: E. C. Una de las manifestaciones realizadas en Oviedo. :: E.C.
Rastrillo contra la alta tensión
SIERO Y CENTRO

Rastrillo contra la alta tensión

Recaudarán fondos para acudir a los tribunales si el Gobierno central autoriza el proyecto a Red Eléctrica Española Los vecinos de El Remediu quieren evitar una nueva línea

DAVINIA DURÁN

Lunes, 28 de noviembre 2011, 03:39

«Red Eléctrica Española destroza nuestro paraíso natural». Esta contundente frase resume el malestar de la Asociación de Vecinos de El Remediu en Nava. La localidad, con cerca de 350 residentes, está ubicada a lo largo del proyecto de línea de alta tensión de 400KV Costa Verde-Soto Penagos-Lada Velilla.

La agrupación forma parte de la Plataforma de Colectivos Afectados por las Líneas de Alta Tensión, compuesta por otros doce asociaciones de concejos como Siero, Gijón, Sariego, Nava y Bimenes.

«Nos oponemos a que se haga la nueva línea de 400KV Costa Verde (entronque Soto Penagos-Lada-Velilla), y llegaremos a donde haga falta», reconoció el presidente, Roberto Vega. No le encuentran sentido ya que Asturias, recuerdan, exporta el 30% de la energía que produce.

Los tribunales son el primer paso que pretenden dar si los ministerio de Medio Ambiente y de Industria dan luz verde al proyecto de la compañía eléctrica. De momento, la plataforma cuenta con los apoyos de todos los ayuntamientos, excepto el de Gijón. La Coordinadora Ecoloxista dAsturias también va a realizar la denuncia correspondiente. Pero dados los escasos medios económico con los que cuentan, los vecinos piensan realizar un sorteo de cestas de Navidad y un rastrillo en Nava con objetos de segunda mano para recaudar el dinero necesario y poder pagar a los abogados.

Esta situación no es nueva para los residentes de la zona, ya que estuvieron luchando desde el año 1998 con el trazado Soto-Penagos -que tiene la misma potencia de 400 kilovatios y que comenzó a funcionar el pasado mes de mayo-. La localidad está rodeada de otras dos líneas más de 220 kilovatios cada una que van desde Meres hasta Puente de San Miguel (Cantabria).

Entre las razones para que no se realice , argumentan, es que significaría un impacto «brutal» sobre el medioambiente, las comunidades y el paisaje. «Asesta un duro golpe al patrimonio natural, a su proyección turística, a la calidad de vida», expuso Mercedes García, parte de la asociación. Lo que más preocupa son los riesgo para la salud.

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