

Secciones
Servicios
Destacamos
ALEJANDRO CARANTOÑA
Domingo, 13 de noviembre 2011, 12:04
Miquel de Palol estaba ya anteayer en Asturias para debatir sobre su oficio, sobre literatura. Fue en Pravia, en las XI Jornadas de Literatura. Seguidas, en esta ocasión, por el epígrafe 'Literatura y periodismo: La ficción compartida'. Sobre ese tema, precisamente, les tocaba a Palol y a sus cuarenta años de rodaje literario arrojar algo de luz ayer.
-Usted es arquitecto, escritor... Una mezcla particular.
-Aunque sea arquitecto dejé de ejercer hace veinte años. Siempre queda algo pero se trata de una disciplina técnica, artesanal y si lo dejas de lado un tiempo ya no sabes nada. Un estudiante de segundo de carrera sabe hoy en día más que yo, que he perdido la conexión con los materiales, los precios.
-Y viene hablar de periodismo cultural. ¿Por dónde va a morder?
-Es un tema tan, tan amplio que habrá que dejar que se vaya solo por un derrotero u otro. Lo que me resulta especialmente llamativo es la mezcla: la mezcla de 'periodismo', por un lado, y de 'cultural', por otro.
-¿Es usted un autor más detallista o intensivo?
-Bueno, tengo una producción de cuarenta libros publicados. Pero sí, por supuesto, el cuidado por el detalle es fundamental. Existe una manera de hacer las cosas, la correcta, que debe primar. Cada uno decide de qué forma quiere trabajar y cuánto mimo quiere poner en sus obras. Es una elección personal, pero creo que, en mi caso, es muy necesario poner mucha atención en el detalle.
-Se le ve autor metódico, entonces, volviendo sobre sus temas, hallazgos y errores en futuras obras. ¿Es así?
-Uno no escribe, uno intenta escribir. Como se dice: los libros no se terminan, se abandonan. En ese sentido, la literatura es como la piedra de Sísifo, la que, cuanto más intenta empujar colina arriba con más ímpetu vuelve a rodar hasta abajo.
-¿Hay en el periodismo, cultural o de otro tipo, algo de eso?
-El periodismo no es algo negociable con la inspiración. No es cosa de cada cual, con su cuidado y su detenimiento, sino que se trata de un medio que nada tiene que ver con el literario. Claro que ahí ya interviene la responsabilidad que tenga cada uno para con su labor.
-¿Y si se le pone el apellido 'cultural'?
-Es un periodismo, sin duda, más cuidado, más preciso. Porque está intrínsecamente más próximo a la cultura. Allí se dan piezas de estilo con mucha más frecuencia que en otros lugares.
-¿Debería impregnar la cultura así entendida los medios de hoy?
-Creo que sí. Cuando abro un periódico, o veo una televisión, o escucho una radio y me hablan de cultura lo que allí encuentro no estoy seguro de que sea cultura exactamente. Lo que voy a decir es de un tipo antiguo, y esto puede sonar incluso cutre, pero mi concepto de cultura no incluye determinado tipo de rock'n'roll o de teatro callejero. Para mí la cultura se encuentra en la fuente de todo: en el griego, en el latín, en la filosofía, en las Bellas Artes.
-¿Es un problema conceptual?
-Creo que, sencillamente, ya no está claro cuál es el concepto mismo de cultura. Habría que reflexionar mucho para dar con él y ponernos de acuerdo en lo que es y lo que no es. Pero creo que se ha perdido hasta tal punto que muchos de los productos que se defienden como cultura no lo son. O al menos no como yo lo entiendo.
-Hace un momento hablábamos del trabajo metódico y de los hitos. ¿Ha alcanzado alguno a fuerza de volver sobre sus pasos en obras siguientes?
-Espero haberlo conseguido. Pero no estoy seguro de haberlo hecho. Como digo, es una tarea frustrante.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.