El Gijón sufre su primera derrota en Baracaldo

Llegó la primera derrota de la temporada. Y tuvo que ser en el octavo partido, en Baracaldo, ante un equipo en teoría inferior a otros que los gijoneses habían superado con creces en jornadas anteriores, pero el balonmano a veces es así.

Lo que se reflejó sobre la cancha de Lasesarre fue que el Gijón Jovellanos, sin su estandarte defensivo Marcos, tuvo una tarde negra, porque lo intentó por todos los medios, pero no le salía una a derechas desde el inicio del choque.

Los jovellanistas parecían que no entraban en el partido, pese a que una y otra vez insistían ante la portería que defendía un Llamazares, que no daba opciones, si bien el lateral Alberto Muñoz y el central Jon Urretza fueron los auténticos 'motores' de los vizcaínos.

El sistema de contención no funcionaba y los porteros Emilio y Gamallo no tenían su día, pero tampoco el ataque posicional ni la contra resultaban, aunque Alberto Suárez trataba de encontrar recursos para superar la difícil situación.

En la primera parte, los gijoneses salieron fríos, lo que no desaprovecharon los locales, que de mano tomaron una ventaja de 4-1. Con este marcador, Alberto Suárez solicitó un tiempo muerto para tratar de recomponer a su equipo, pero ni así, aunque poco después los asturianos reducían diferencias con un parcial de 0-2 (6-4).

El Gijón Jovellanos lo intentaba una y otra vez con varias opciones en defensa, con Pablo Fernández y Juanjo Ruesga, pero el Barakaldo imponía su ritmo y no daba su brazo a torcer para irse al descanso con una diferencia de seis tantos.

En la reanudación, el partido continuaba con la misma característica. El Gijón intentándolo por todos los medios y el Barakaldo marcando el ritmo. Pero aún así los jovellanistas se ponían con un esperanzador 23-20 a falta de 10 minutos, aunque no prosperó.

Pese a la derrota, los jovellanistas, a los que los resultados no acompañaron, caen al cuarto puesto en promoción a un punto del ascenso directo, por lo que la situación no varía demasiado. Ahora toca pensar en el Pozoblanco.