La vuelta a Piloña en 18 horas

El atleta piloñés, Jordi Fernández Boltá, en compañía del lavianés Avelino Mejido, completaron este domingo la vuelta al concejo de Piloña, cubriendo un duro recorrido a lo largo y ancho de la geografía local, que podría ser el germen de una cita deportiva que se institucionalizara en el futuro. El objetivo era salir a las doce de la noche del sábado al domingo, para enlazar diferentes recorridos por el municipio, hasta cubrir una distancia de 98 kilómetros. Los dos deportistas habían establecido un tiempo máximo de 24 horas para llevar adelante la proeza, pero finalmente les sobraron varias horas sobre esta previsión, puesto que completaron el circuito en 18 horas y 26 minutos.

Jordi se encontraba ayer muy satisfecho con el recorrido y mostraba su agradecimiento a todas las personas que los habían apoyado durante la prueba y que les esperaban para darles ánimos. El deportista explicaba que, en general, «todo fue muy bien, y cumplimos la cronología prevista, con la excepción de un tramo entre Infiestu y Arniciu, donde se nos fue el tiempo».

Los dos participantes establecieron igualmente tres avituallamientos en los que reponer fuerzas, que cumplieron con unos pocos minutos de descanso para comer algo, refrescarse y cambiar la ropa que llevaban empapada de sudor.

Tras partir de Soto de Dueñas los deportistas se dirigieron a Espineres, en un primer tramo de diez kilómetros y medio de recorrido. Posteriormente encaminaron sus pasos al alto de la Llama, para proseguir hacia la localidad de Anayo y de ahí bajar a Infiesto. Más tarde subieron a Arniciu, siguiendo hacia Peña Crespa, Traslafuente, Moandi, El Picu y finalizar de nuevo en Soto de Dueñas.

En algunas de las zonas lograron esquivar la presencia de la niebla, por pocos minutos. Este factor también fue muy importante, puesto que en zonas de montaña y de noche, hubiese sido mucho más complicado de guiarse. «En la zona del Sueve estaba despejado y la niebla entró poco después, tuvimos suerte porque la íbamos dejando atrás», recuerda Boltá, que destaca la buena noche que tuvieron, «puesto que estaba bastante despejada y con una luna casi llena». También iban equipados con un GPS, «pero lo cierto es que apenas nos hizo falta».

Apoyo local por tramos

Algunos deportistas locales también les acompañaron en tramos concretos del recorrido y otros les esperaban en algunas localizaciones para darles ánimo.

Sobre la posibilidad de que este itinerario se pueda convertir en el futuro en una prueba que se incluya entre las competiciones del concejo, Jordi señala que «la puerta está abierta por si alguien quiere organizarla; lo cierto es que el recorrido tiene un enfoque más montañero de lo habitual, lo que podría ser atractivo para un determinado perfil de deportista».