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Lunes, 10 de octubre 2011, 04:36
Valentí Pich Rosell (Barcelona, 1953), economista y auditor de cuentas, es el presidente del Consejo General de Economistas de España. Especializado en asesoría legal, tributaria y auditoría, Pich participó esta semana en Gijón en el VIII congreso anual de Abante Auditores.
-¿La crisis económica es tan grave como se dice?
-Hay mucha información que nos asegura que la situación económica y social española, europea e internacional es muy grave. Lo que parece seguro es que esta crisis se estudiará en los libros de historia en el futuro.
-El PIB se estanca y se habla de una nueva recesión. ¿Esto no tiene fin?
-El escenario es muy negativo. A finales del año pasado todos los organismos auguraban un buen crecimiento del comercio internacional y del PIB y hoy nos están diciendo que el crecimiento va a ser más leve de lo previsto y que la oveja negra de esta película es Europa y España. Esa es la perspectiva.
-¿Se necesita una reforma en profundidad del sistema tributario español?
-Más que grandes reformas, lo que hay que hacer es aplicar bien los esquemas que tenemos. Parece evidente que hay un agotamiento y sin embargo nuestro modelo es muy similar al del resto de países comunitarios y al de los más avanzados del mundo.
-¿La crisis cambiará mucho el concepto que tenemos de fiscalidad?
-No. Se pueden mejorar, retocar o introducir modificaciones, pero ningún país puede hacer planteamientos rompedores en este terreno porque hoy en día el dinero se mueve más rápido que la luz.
-¿La lucha contra el déficit necesita más impuestos o menos prestaciones?
-Necesita sentido común. Es indiscutible que hay autonomías que han gastado por encima del 30% de su presupuesto y puede haber una situación extraordinaria por el descalabro que ello supone, pero si resulta que tenemos la certeza de que en los próximos años la situación no va a variar, el asunto es insostenible. Hoy no podemos hacer billetes y no nos prestan dinero en condiciones asumibles. Lo que gastamos en el Estado del bienestar es inasumible y aparte de priorizar y debemos recortar. Lo de subir los impuestos no va a resultar fácil.
-¿Que le parece la recuperación del Impuesto de Patrimonio?
-Un impuesto de Patrimonio como el que tenemos aquí sólo existe en cierta forma en Francia y en la India. Este impuesto está en retroceso en todo el mundo y curiosamente en el mundo lo que existe es el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, que es el que quitamos. Al final de todo este lío hemos hecho una cosa rarísima.
-¿Patrimonio es un tributo para ricos?
-No. Ahora está destinado a las clases medias un poco acomodadas. Ahora, sin embargo, hay una situación kafkiana porque si las autonomías no aprueban en los parlamentos una ley que iguala el mínimo exento estatal de setecientos mil euros podría ser que en comunidades como Asturias, por decir algo, el impuesto alcanzara a rentas muy inferiores a ese mínimo. Esto es de locos.
-¿Qué otros impuestos pueden sufrir reformas tras las próximas elecciones?
-Va a subir el IVA, eso está muy claro, porque está por debajo de la media de la comunidad y Europa lo está reclamando. Los impuestos sobre al alcohol y las gasolinas también subirán. Además, estos tienen la gran ventaja de que se recaudan rápido y que se hace caja de forma inmediata. En el horizonte de 2012 creo que habrá también un replanteamiento para volver a aplicar el impuesto de sucesiones y el mejor escenario sería recuperarlo con tipos muy bajos.
-¿Hay voluntad política para luchar contra la economía sumergida?
-Es evidente que debería ser una prioridad. Un país de micropymes y con la cifra de paro que tenemos tiene muchos números para que triunfe la economía sumergida. Aparte de la imagen de cutrez que supone la economía sumergida, resulta terrible porque es una competencia desleal a las empresas cumplidoras. También desanima a la gente que quiere hacer bien las cosas.
-¿Se ha avanzado en la lucha contra el fraude fiscal?
-España tiene una de las agencias tributarias mejores del mundo, de esto no hay duda. La Agencia Tributaria española es un ejemplo internacional de uso eficiente de los recursos. 27.000 funcionarios son un número reducido y hacen un uso intensivo de las nuevas tecnologías. Las tonterías que se están diciendo sobre los impuestos no facilitan mucho la lucha contra el fraude fiscal.
«Cuesta creerlo»
-¿Cómo analiza la restructuración de las cajas de ahorros?
-El modelo de las cajas era un modelo eficiente. Se pueden entender los errores de inversión, pero cuesta comprender lo que estamos descubriendo. Hay mucha gente que lo está pasando mal y las clases medias españolas han descubierto de golpe que aquí no hay nada asegurado. En ese escenario que los ejecutivos actúen así cuesta creerlo. Los datos son sorpresivos y duros.
-¿Cree que los ajustes para soportar el déficit no han hecho más que empezar?
-En Cataluña el déficit es terrorífico. La economía catalana es el 20% de la nacional. Ha tenido un circuito político un poco diferente porque las elecciones fueron a principios de año y tiene un ciclo más adelantado que otras autonomías. Las medidas que toman van por delante y llegarán al resto de las comunidades a principios de 2012.
-Grandes fortunas de Francia y el inversor Warren Buffet han pedido que les suban los impuestos. ¿Qué le parece?
-Me hace gracia. Que un especulador como Buffet, que se cargó la libra, salga ahora con esto es sorprendente. Seguro que las grandes fortunas españolas muy apegadas al territorio están dispuestas a colaborar y de eso no tengo ninguna duda, pero esto es un tema de imagen. Hay que transmitir credibilidad.
-¿Debería actuarse contra sociedades de inversión como las sicav?
-No creo. Son unos productos financieros que mientras no se retire el dinero, los beneficios que tributan lo hacen al 1%. Permite remansar beneficios que no tributan hasta que no los retiras. Hoy no son tanto negocio porque pierden en la Bolsa. En la mayoría de los países existe este tipo de productos que están pensados para las grandes fortunas. Se puede discutir que paguen el dos o tres por ciento, pero existen en todos los países y no sería conveniente poner en discusión su existencia.
-¿Las Elecciones Generales del 20 de noviembre cambiarán algo el panorama económico?
-La sociedad española es muy receptiva y si se le explica lo que hay que hacer lo hará sin ningún tipo de discusión. Pero necesitamos que gobierne alguien que tenga capacidad de maniobra y pueda remangarse. Eso va a ser fundamental para que cambie algo.
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