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R. BALBUENA
Jueves, 29 de septiembre 2011, 10:34
Los avilesinos considerarán que su ciudad poco tiene que envidiarle a Londres, y mucho menos en cuanto a nivel teatral. Y la villa volvió a confirmar ayer los motivos que la han convertido en una de las capitales mundiales del teatro. Era un hervidero de público que esperaba, pacientemente, a que comenzara la primera función europea de la obra 'Ricardo III' que se hace fuera de las cuatro paredes del londinense teatro Old Vic.
En los alrededores del Palacio Valdés el público se concentró mucho antes de que comenzara la función, y los más madrugadores incluso pudieron ver a la estrella de la función, Kevin Spacey, llegar al teatro caminando, como un avilesino más, y vestido con pantalón corto, una gorra de 'Ricardo III' y gafas. En definitiva, igual que alguien que en Avilés se siente como en su casa. Los más curiosos, que en realidad esperaban a que se abriesen las puertas para ocupar su localidad, no daban crédito a lo que veían, hasta que al rato comenzaron a llegar otros rostros representativos del mundo de las artes.
Joan Manuel Serrat fue de los primeros, mezclado entre el público y con su habitual tranquilidad. Atendió al público, a los medios de comunicación y también quiso dejar claro su compromiso con el Centro Niemeyer posando delante de una pancarta que rezaba 'Yo apoyo al Centro Niemeyer' y que funcionó como 'photocall' improvisado por el que pasaron los rostros conocidos, y también los ciudadanos anónimos .
Serrat se mostró muy ilusionado por poder acudir al estreno «de una representación fantástica» y recalcó la importancia de «tener esta oportunidad única de ver la propuesta de 'Ricardo III' por parte del Old Vic de Londres».
El cantautor catalán también fue muy claro al posicionarse en la polémica que salpica estos días al equipamiento cultural. «No sé si voy a seguir vinculado al Centro Niemeyer y cuando sepamos cómo termina todo veremos qué pasa», remató. Y señaló que «yo apoyo las cosas que funcionan bien y son positivas, y el Centro Niemeyer es una ventana abierta por la que el mundo puede entrar en Asturias».
La actriz Verónica Forqué, que llegó acompañada del productor y director asturiano Nacho Artime, recalcó que el personaje de Spacey «es la maldad en estado puro» y aseguró estar «muy contenta de haber podido venir desde Madrid para algo tan especial». Además, se confesó admiradora del trabajo del actor norteamericano, «al que he visto en muchas de sus películas, como todos» y comentó que la representación teatral «confirma a Avilés como una ciudad de teatro» a la que ella misma acude con regularidad.
María Pagés, que presentará su espectáculo titulado 'Utopía' el próximo 8 de octubre, tampoco quiso perderse la primera función y aseguró estar «muy emocionada por estar aquí y concentrada en la preparación del espectáculo». Ella prefirió no hacer declaraciones sobre la polémica entre Principado y Niemeyer, al igual que Forqué.
Al principio de la tarde los actores Gonzalo de Castro, Jorge Bosch y Lluis Homar no estaban al tanto de la actualidad 'extracultural' del complejo cultural, pero en el Lord Byron, justo al lado del teatro, les pusieron al día en menos de cinco minutos. Ninguno de los tres quiso comentar nada, ni de la función ni de su compromiso con el centro, que prefirieron sellar con una foto delante de la pancarta, ubicada junto a una de las entradas del teatro.
Mientras el público hacía cola para entrar a la función y aprovechaba la presencia de famosos para dejar claro que cada teléfono móvil es mejor que el anterior, el presidente y el director del Centro Niemeyer, Manolo Díaz y Natalio Grueso, acompañaban al expresidente del Principado, Vicente Álvarez-Areces, y a la alcaldesa de Avilés, Pilar Varela, en su recorrido a pie hasta la puerta del teatro. Previamente charlaron animadamente durante más de diez minutos, contemplando cómo el público abarrotaba el que ayer fue el centro neurálgico de la ciudad durante buena parte de la tarde.
El movimiento en el teatro comenzó poco después de las seis de la tarde, cuando se abrieron las taquillas que todavía daban la opción de asistir al estreno ocupando una de las localidades de visibilidad reducida, y eran muchos los que no habían perdido la esperanza de ver al actor norteamericano, en su salsa y comiéndose el escenario.
Ajenos a los flashes que buscaban a los famosos, María Natividad Menéndez y Alejandro Viejo buscaban una entrada para la función de esta tarde, para María Natividad y su hija María. «Me gusta el teatro más que a mi marido, pero sabemos que es una obra muy buena», indicaban. Benjamín Villaverde y María Ortega recordaban que «no fue muy difícil conseguir las entradas por internet, y de hecho no nos planteábamos venir al estreno, pero salió así». Aficionados al teatro y al trabajo de Kevin Spacey, no se lo pensaron ni un momento. Como todos los espectadores que llenarán las butacas del teatro Palacio Valdés durante las funciones de 'Ricardo III' programadas hasta el próximo sábado.
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