Un salto hacia el altar

Marta Ortega y Sergio Álvarez Moya han decidido dar el gran paso. La heredera del imperio Inditex y el jinete avilesino se darán el 'sí quiero' después de tres años de noviazgo.

Aunque pocos son los detalles que han trascendido sobre el compromiso matrimonial de la tercera hija -fruto de su matrimonio con Flora Pérez- de Amancio Ortega -el séptimo hombre más rico del mundo, según la revista Forbes- sí se sabe que el enlace se celebrará, según publica La Voz de Galicia, en el mes de febrero del año que viene. Ni Marta ni Sergio son dados a aparecer en las revistas del corazón. Ambos tratan de pasar lo más inadvertidos posible allá donde van, ella no concede entrevistas y las pocas imágenes que se han publicado de la pareja están relacionadas con su pasión por los caballos.

De hecho, el Concurso de Saltos Internacional Oficial (CSIO) que cada año se disputa en Gijón ha sido uno de los testigos de la consolidación de esta relación, que comenzó a forjarse precisamente en torno a su común afición.

Desde 2008 la imagen del avilesino, número 1 del ránking nacional de jinetes, y una de las herederas más ricas del planeta paseando de la mano por el recinto de Las Mestas se ha convertido en todo un clásico. Álvarez Moya incluso compite con caballos -además de aquellos de propietarios europeos que se los ceden- cuya dueña es Marta, que también practica la hípica, aunque su nivel como amazona está muy lejos del de su novio, que, precisamente hoy competirá en Barcelona formando parte del equipo español que tratará de que nuestro país regrese a la élite de los concursos de saltos, la Liga Meydan.

Mientras el jinete avilesino sigue consolidándose como un jinete de referencia, Marta -que tiene 27 años, uno más que su prometido- no descuida su propio futuro. No en vano, está llamada a heredar el entramado empresarial que fundara su padre. Aunque ahora es Pablo Isla quien preside Inditex, Amancio Ortega hizo que se mantenga la cuota de representación familiar en el segundo nivel del emporio empresarial.

Así, la joven gallega -que fue nombrada presidenta de dos sociedades con 23 años, aunque sin funciones ejecutivas- empezó desde abajo. Y mientras estudiaba Empresariales en el European Business School de la capital británica trabajó en diferentes tiendas de la cadena en París, Londres y Shanghai como dependienta. Tratando, además, de mantener el anonimato. A partir de ahí, empezó a ir escalando en la jerarquía de la empresa que creara su padre.

Mientras, Sergio Álvarez Moya, el menor de tres hermanos, no descuida tampoco su faceta de empresario. El avilesino mantiene una yeguada en Holanda, donde llegó a fijar su residencia. Y otra junto con su hermano Julio en Pravia. Esta última empresa le está dando alegrías al jinete, puesto que sus caballos empiezan a venderse en el complicado mundo de los concursos de salto.

Ahora la pareja dará en febrero el salto más importante de su vida. Suenan campanas de boda en el imperio Inditex.