

Secciones
Servicios
Destacamos
ANDREA INGUANZO
Domingo, 18 de septiembre 2011, 04:40
El día de ayer amanecía desapacible en el Alto de la Tornería. El descenso de la temperatura y el fino orbayu no fueron un impedimento para el homenaje que la Federación Asturiana Memoria y República (FAMYR) organizó ayer, en esta pista de los montes del Mazucu, en Llanes, a los combatientes republicanos de la batalla del Oriente.
Era tradición hace unos años celebrar un acto en memoria de esta cruenta batalla e incluso, en el año 1997, fue colocada la primera placa conmemorativa. Ahora, tras varios años de silencio, se recupera este homenaje en reconocimiento a los combatientes como símbolo de una lucha que fue hace unos años y que sigue siendo ahora, «una búsqueda de la libertad o los derechos humanos», explicaba Juan Cigarría, miembro de FAMYR. En esta iniciativa estuvieron presentes miembros del Ateneo Obrero y el Ateneo Republicano de Asturias, integrantes del Partido Comunista o Izquierda Unida, además de muchas personas que a título personal no se quisieron perder el emotivo acto.
También asistió Jesús de Cos, uno de los pocos guerrilleros vivos que quedan en España. Jesús, de 87 años y natural de Rábago (Cantabria), explicó que por aquel entonces él tenía 14. «Viví la guerra luchando y pasando muchas calamidades aunque los recuerdos, a pesar de todo, me siguen siendo muy gratos», comentó. Considera que ahora «vivimos una dictadura bifásica donde sólo cuentan dos partidos políticos», y apuntó que «menos mal que salieron los chavales del 15M a la calle porque las cosas sólo se consiguen manifestándose». Al igual que muchos de los allí presentes, este veterano recordó que «los montes de la zona continúan llenos de cadáveres» y expresó su deseo de que «nadie los toque, que se queden así para siempre».
Minutos antes de destapar el monolito, varios de los integrantes de los entes organizadores tuvieron unas palabras para los presentes durante las que no quisieron olvidarse del recién desaparecido Manolín 'el de Llorio', «prácticamente el último de los guerrilleros asturianos», por el que todos los asistentes guardaron un minuto de silencio. El recién inaugurado pedrusco incluía una placa en la que se podía leer una poesía de Miguel Hernández que recuerda que «aunque el otoño de la historia cubra vuestras tumbas con el aparente polvo del olvido, jamás renunciaremos ni al más viejo de nuestros sueños».
Para finalizar el acto, el escritor e historiador Luis Aurelio González Prieto realizó para los asistentes un viaje histórico a lo largo de esta épica batalla. González Prieto recordó durante su intervención la fuerte resistencia del ejército republicano, que necesitó dos meses, casi 80.000 hombres del bando nacional y toda la Legión Cóndor para ser finalmente reducido. La jornada terminó con la promesa popular de consolidar el acto y la fecha como un reencuentro anual en memoria de los que lucharon en los montes orientales, para que su esfuerzo no caiga nunca en el olvido.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
El origen de la expresión 'joder la marrana' y su conexión con el vino
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.