Un estreno cargado de ilusión

Con poco más de dos años de vida, el Gijón Jovellanos ha conseguido dar el salto a una categoría casi profesional como la División de Honor Plata. El reto ahora de la joven entidad gijonesa, que persigue a la mayor brevedad cerrar un patrocinador, no es otro que conseguir la permanencia en la antesala de la Liga Asobal, nivel que recuperó la ciudad y el balonmano asturiano después del descenso del Grupo a Primera en la campaña 2007-08.

Con el regreso a casa de dos exjugadores que estuvieron en la élite muchas temporadas como David Pellitero y Juanjo Ruesga, el equipo da un salto de calidad. Además, las incorporaciones del exgrupista Alejandro Fidalgo y del extremo ovetense Nacho Huerta van a aportar su granito de arena.

Otro de los aciertos de la directiva, cuya cabeza visible es Juan de Álvaro, ha sido la renovación de dos ilustres veteranos como el capitán Fernando Manuel y Marcos González, un hombre clave en defensa. A ellos se unen jugadores que fueron básicos el pasado ejercicio, como otro ex Asobal como Pablo Fernández, los porteros Milu y Gamallo, el internacional juvenil Álex Costoya, el internacional junior Ángel Paraja, Santi Acetti y el resto de la plantilla, que dio la talla en los dos sectores de la fase de ascenso que se culminaron con el premio de estrenar nueva categoría.

Todos ellos, bajo la batuta de Alberto Suárez, un técnico experto en ascensos y en trabajar con gente joven. Además, al margen de sus éxitos a nivel de clubes, el entrenador gijonés viene de lograr en los dos últimos años un subcampeonato continental y otro mundial con la selección juvenil.

El objetivo de mantener la categoría parece, pues, que no será muy difícil, «siempre y cuando el equipo responda con la entrega que lo hizo en la fase de ascenso», recalca Alberto Suárez.

El sueño de enfrentarse a equipos históricos como el Teucro, Cangas y Alcobendas en la División de Honor Plata comenzará para los gijoneses este sábado en Puente Genil ante Ángel Ximénez.