Vallaure critica que el anterior Gobierno no viera en el Bellas Artes «una institución de primera»

Como director del Museo de Bellas Artes, Emilio Marcos Vallaure, era poco amigo de las críticas. Pero ahora es consejero de Cultura. Ayer, en una de sus primeras intervenciones públicas en su nueva responsabilidad, criticó que la pinacoteca no fuera para el anterior Gobierno regional una prioridad: «No lo consideró como una institución de primera, tenía otros proyectos», reprochó a sus antecesores. «Para mí es fundamental», aclaró, y avanzó que pondrá en marcha «todas las medidas necesarias, también las presupuestarias, para que la ampliación sea una realidad en un tiempo prudencial».

Para este año, el anterior Ejecutivo del Principado reservó cuatro millones de euros con los que impulsar la obra y mantener el equipamiento. El PP acusó entonces al Gobierno de desentenderse del Bellas Artes, en cuyo presupuesto también participa el Ayuntamiento de la capital. Ahora parece que el dinero no es suficiente para costear la ampliación, aunque el consejero eludió ayer referirse a la posibilidad de solicitar un crédito para costear las obras.

El concejal de Cultura del Consistorio ovetense, Alberto Mortera, tampoco se pronunció ayer sobre este extremo: «Deseamos concluir lo antes posible el museo y esperamos que física y presupuestariamente sea posible», se limitó a decir en una rueda de prensa en la que coincidió con Vallaure para presentar el concierto que ofrecerá el viernes la OSPA y Oviedo Filarmonía.

Sí confió Mortera en que el diseño «responda a las necesidades de planificación» del museo. Y miró al consejero que confirmó que próximamente mantendrá una reunión con el arquitecto autor del diseño de la obra, Patxi Mangado. En el encuentro intercambiará impresiones sobre el resultado y podrá decidir sobre lo que aún está pendiente. Hasta ahora sus contactos con el técnico navarro han sido escasos por deseo expreso de los responsables de Cultura. Pero las cosas han cambiado, y Marcos Vallaure está en otra situación aunque mantiene al museo entre sus prioridades. «Quiero que la ampliación se acabe, llevarla a cabo y terminarla bien», dijo el consejero. El tiempo es importante: no pasarán otros 11 años, añadió; también la forma: «prefiero un mal contenedor con una buena colección» que lo contrario, confesó el que durante 30 años dirigiera el Bellas Artes.

Tras una década de retrasos

Lo cierto es que el museo va tomando forma, pero poco a poco. Este verano ha quedado descubierta la fachada de parte de la ampliación, la esquina con la plaza de la Catedral y la calle de la Rúa. Tras ella se aprecia el edificio oculto que acogerá las colecciones pictóricas. En marzo, según explicó el propio arquitecto a EL COMERCIO, se había alcanzado el 40% de la ejecución de la obra.

Empezó en 2007. El Gobierno regional la adjudicó a la empresa pública Sedes por un importe de 17,4 millones de euros (aunque el coste se eleva hasta los 28 millones por las compras, expropiaciones y permutas necesarias para llevarlo a cabo). Desde entonces, la aparición de varios restos arqueológicos (entre ellos la fuente de época romana) ralentizaron los trabajos.

Con Vallaure en Cultura, el Bellas Artes podría sufrir un impulso para finalizar la ampliación. Mangado cree que en 2012 podría estar finalizada (salvo la intervención en el edificio de servicios administrativos en la calle Santa Ana); con un año de retraso sobre lo previsto.

Aunque en realidad es mucho más. La pinacoteca asturiana lleva desde 1999 esperando para crecer, con el compromiso de los políticos. Con la incorporación de la colección Masaveu, en 1995, el museo se quedó pequeño. Más aún conforme pasaron los años y los fondos fueron aumentando.