

Secciones
Servicios
Destacamos
DENISE ALDONZA
Lunes, 15 de agosto 2011, 14:41
La desesperación por la soledad que supone no poder encontrarse a uno mismo es el eje principal de la comedia musical dramática en la que Natalia Dicenta no interpreta, revive, los últimos años de la vida de Judy Garland, la cantante que habita sobre el escenario obligada por los narcóticos y quienes la consideran artista antes que persona.
El autor, Peter Quilter, elucubró una crítica a los 'niños espectáculo' reposada en la distancia y tratando a la protagonista, intérprete en la infancia del papel de Dorothy en 'El Mago de Oz', como una máquina de hacer dinero hasta el final de sus días. Una idea que Judy Garland se encarga de trasladar a su amante y paradójicamente su manager, con frases tan trascendentales como: «Yo no quiero que me adoren allí arriba, deseo que me quieran aquí». Dos mujeres en un único cuerpo, incapaces de encontrar la felicidad.
Mención especial requiere la reencarnación de Judy Garland en la piel de Dicenta, que consiguió sobre el escenario del Palacio Valdés, trasladar al público a un concierto en directo de una diva de tacón y purpurina.
La fuerza en una voz desgarradora y cálida, aunque delicada como la pluma de su pianista, Anthony, Miguel Rellán fuera del escenario, consiguieron poner la piel de gallina a un patio de butacas abrumado con la banda de música que aparece de la nada y obsequia al público con un maravilloso duelo de sinfonías afinadas entre la batería, el piano, el contrabajo y el saxo.
'Al final del arco iris' la tragedia era inevitable tras alcanzar la cima sin ambición y a golpe de whisky y pastillas. Los colores se vuelven turbios en una mezcla de apatía esperanzadora que se plasma en la última canción, 'Somewhere over the rainbow', un regalo que por fin se brinda a sí misma, aunque demasiado tarde, y preludio del homenaje a los años dorados de Judy Garland y la vida solitaria pese a estar rodeada de gente de Judy a secas.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.