Reaparece el envenenador de perros de Gijón

La plaza de León XIII, en el barrio de El Llano, volvió a aparecer en la tarde de ayer sembrada de trozos de carne con alfileres en su interior. Al menos un perro, un pastor alemán, resultó afectado al ingerir uno de los trozos de tocino envenenados. Al cierre de esta edición el animal estaba siendo sometido a un exhaustivo examen por un veterinario para conocer el alcance de las heridas.

Fue el propietario de uno de los perros que paseaba por la plaza pasadas las ocho de la tarde el que se percató de lo ocurrido y dio la voz de alarma al resto de personas que allí se encontraban.

El Cuerpo Nacional de Policía acordonó rápidamente la plaza para evitar que se volviese a producir la ingesta masiva de agujas que tuvo lugar a últimos del mes de junio y que afectó al menos a nueve perros, varios de los cuales aún no se han recuperado.

Según explicaron a EL COMERCIO varios usuarios de la plaza de León XIII, los agentes tomaron declaración a un vecino que podría estar involucrado en los hechos y que supuestamente habría estado grabando a las mascotas con una cámara de vídeo durante los últimos días. Los afectados manifiestan tener pruebas y esperan una pronta resolución de tan macabros hechos, que se encuentran en fase de investigación en el juzgado.

La pasada semana tres perros murieron por envenenamiento tras salir a pasear con sus propietarios por las inmediaciones del Lauredal y El Cerillero. Casos similares se repiten en los Pericones, Pumarín y El Rinconín.