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J. GONZÁLEZ
Viernes, 29 de julio 2011, 04:39
La Confederación Hidrográfica del Cantábrico anunció ayer la conclusión de la obra de instalación del emisario submarino de Xagó después de que, como informó LA VOZ DE AVILÉS hace unas semanas, se conectara el último tramo de la canalización.
En estos últimos días se había procedido a la colocación de bloques de hormigón que actuarán «a modo de encofrado, que en breve plazo se rellenará de hormigón transportado en helicóptero desde tierra firme», indican desde la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC) a través de un escrito acerca de los últimos remates de la obra.
A partir de ese momento comenzarán las pruebas técnicas previas a la puesta en marcha definitiva del emisario submarino, que tendrá lugar previsiblemente el próximo mes de septiembre.
La alcaldesa de la ciudad, Pilar Varela, acogió ayer con gran satisfacción un anuncio que calificó de «muy importante para el proceso de transformación de nuestra ría y de nuestra ciudad».
En ese punto, Pilar Varela recordó que la puesta en marcha del emisario submarino supondrá la culminación de la red de saneamiento de Avilés, un proyecto «que ha llevado veinte años de desarrollo y 180 millones de euros de inversión». Cifras con las que se habrá conseguido la práctica eliminación de vertidos contaminantes a la ría.
En el caso del emisario submarino de Xagó, la obra ha tenido un coste de más de 18 millones de euros financiados por el Ministerio de Medio Ambiente, el Gobierno del Principado y el Ayuntamiento, indican en el escrito de la Confederación Hidrográfica.
Con dicha obra, las aguas tratadas en la depuradora de Maqua, que actualmente se siguen vertiendo a la ría, serán evacuadas en alta mar, a unos dos mil metros al frente de la playa gozoniega que da nombre a la obra.
En principio, todos los estudios que maneja la CHC indican que la carga bacteriana que mantienen las aguas tratadas en la depuradora desaparece disuelta en un medio salino como el mar, y ni siquiera en los casos menos favorables, afectaría a la calidad para el baño de las aguas de la playa de Xagó.
El emisario consiste en una tubería que tiene una longitud total de 3.186 metros, de los que 1.755 discurren bajo tierra o hincado en el fondo marino, y el resto fondeado. Este último tramo está ejecutado con «tubos de polietileno de alta densidad, siendo su puesta en obra por hundimiento controlado».
Esa operación de fondeo de la canalización fue la que se completó en las últimas semanas, toda vez que sólo podía ejecutarse con determinadas condiciones meteorológicas y del estado de la mar. Las complicaciones de ese tipo que se dieron durante el pasado verano obligaron a retrasar el final de las obras, que se había previsto inicialmente para hace aproximadamente un año.
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