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J. ESCUDERO
Martes, 19 de julio 2011, 04:47
Agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, en colaboración con la Brigada de Investigación de Incendios del Principado de Asturias (Bripas), detuvieron el pasado miércoles a uno de los presuntos autores de los incendios que asolaron hace tres semanas el Monte Areo. I. R. V. L., de 53 años y vecino de Gijón, está imputado como presunto autor de un incendio forestal por imprudencia grave. Tras prestar declaración judicial, fue puesto en libertad y ahora será el titular del Juzgado de Primera Instancia Número 4 de Gijón el encargado de analizar las diligencias del caso.
La sucesión de fuegos que se produjeron a lo largo de la segunda quincena de junio en las parroquias de Poago y Fresno hicieron pensar desde un primer momento a la Guardia Civil que se trataban de incendios intencionados. La investigación llevó a la detención, el pasado 13 de julio, de I. R. V. L., quien un mes antes, el 13 de junio, llevó a cabo una quema de rastrojos en una finca de su propiedad. Eso provocó que el fuego se extendiera a una zona de eucaliptos muy próxima, calcinando 1.500 metros cuadrados de terreno. El presunto autor del incendio forestal carecía de autorización para la quema de rastrojos, una actividad que está prohibida para particulares debido al riesgo de incendio que puede existir en época estival.
El presunto autor de este fuego se encuentra en libertad tras prestar declaración judicial, pero deberá enfrentarse a una imputación por imprudencia grave, caso que deberá resolver el Juzgado de Primera Instancia.
Continúa la investigación
Las investigaciones realizadas por el Seprona y la Bripas también han revelado que los diferentes incendios que tuvieron lugar en el Monte Areo a lo largo de la segunda quincena de julio no están relacionados con esta quema de rastrojos del pasado 13 de junio, por lo que los agentes de la Guardia Civil continúan con la investigación y no descartan más detenciones de otros implicados en estos fuegos.
Los incendios afectaron fundamentalmente a la zona gijonesa del Monte Areo, en las parroquias de Poago y Fresno. Una de las partes más afectadas por las llamas fue el área recreativa del Cantu'l Cuernu, en Poago, donde la Guardia Civil tuvo que intervenir para evitar la propagación del fuego.
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