

Secciones
Servicios
Destacamos
PPLL
Domingo, 17 de julio 2011, 13:03
Tras casi tres décadas como coordinador regional de trasplantes, gestionando alertas y buscando donantes de órganos y tejidos por doquier, el pasado 27 de enero Jesús Otero pasó de trasplantador a trasplantado. Ese día, Chus, como le conoce casi toda la profesión médica, tuvo que dejar a un lado su bata, también su inseparable blackberry y jugarse una prórroga en el quirófano. En el Hospital de Valdecilla, en Santander, le esperaba un pulmón que le permitiría burlar la fibrosis pulmonar que le obligó a estar con oxígeno los seis últimos meses. Superado el trasplante, se siente bien, agradecido, feliz y emocionado. Está algo delgado, «pero estoy vivo, que no es poco. Puedo subir cinco pisos sin cansarme. ¡Eso no lo podía hacer ni estando sano!», afirma. Ya reincorporado al trabajo en la sexta planta del HUCA sonríe al relatar su experiencia, pero confiesa que no fue un camino de rosas. «Ha sido duro».
-¿Qué tal su nuevo pulmón?
-Uf, genial. ¡Estoy vivo, que no es poco! Y todo gracias a un donante anónimo. Bueno, en realidad sé que era un joven portugués, de Lisboa. Me encanta que haya sido un extranjero porque eso demuestra que el sistema de trasplantes funciona no sólo en España sino también en Europa. Gracias a ese gesto, a ese sí de la familia, puedo ahora estar aquí... (Se le quiebra la voz al recordarlo).
-¿Fue una experiencia fuerte?
-La más fuerte de toda mi vida.
-¿Cómo empezó todo?
-Yo arrastraba desde hacía tiempo una artritis reumatoide, que degeneró en una fibrosis pulmonar. El año pasado vimos que había ido a más. Fue entonces cuando me dijeron que iban a tener que cambiarme el pulmón porque la fibrosis pulmonar es una enfermedad que acaba en muerte si no te trasplantan.
-¿Eso cuándo fue?
-En enero de 2010.
-Pero la operación no fue hasta el 27 de enero de 2011...
-Sí, quise apurar el tiempo todo lo que pude. No sé por qué, pero quería entrar en lista de espera con los parámetros muy claros. La verdad es que fue un año complicado, los últimos seis meses tuve que tener oxígeno domiciliario porque mis pulmones estaban muy comprometidos -muestra la bombona que hay detrás de la mesa de su despacho del HUCA-. Cuando ya no pude más entré en lista de espera oficial, como no podía ser de otra manera. La operación fue el 27 de enero en Valdecilla, que es el centro asignado para este tipo de operaciones en el Norte.
-¿Qué pensó cuando le llamaron diciendo que ya había un pulmón?
-Recuerdo que estaba en casa. Eran las diez y media de la noche y me iba a meter en la cama. De repente sonó el teléfono y oí la voz de Carmencita, la enfermera Carmen García de la Unidad de Trasplantes de Valdecilla... Lo primero que pensé fue ¡uf, qué pereza...! Pero enseguida reaccioné, me puse las pilas y me dije: 'pero Otero, te juegas la vida y tú pensando en dormir'. Salimos de inmediato para Santander.
«Dejé la bata en Oviedo»
-¿Cómo llevó eso de estar del otro lado de la habitación, siendo al que le preguntan qué tal está?
-Lo llevé bastante bien, aunque si no hubiera sido por Lola, mi mujer, que estuvo al pie del cañón, no hubiese aguantado (eso ponlo por favor, que lo sepa todo el mundo).
-Pasó de trasplantador a trasplantado...
-Eso es lo interesante de esto. Desde el principio decidí dejar la bata en Oviedo. Intenté pasar desapercibido y hacer lo que me decían.
-¿Le cambió esta experiencia?
-Te cambia muchísimo. Ahora tengo otra visión de la vida.
-¿Y cuál es?
-El presente pasa a cobrar mucha más importancia. Es una tontería preocuparse por cosas del futuro y perderse el día a día. Siempre supe que el sistema de trasplantes funcionaba, de hecho yo era y soy parte de él, pero me di cuenta de lo bien que funciona gracias a la humanidad y profesionalidad de mucha gente. Estoy agradecido a todo el mundo.
-¿Qué aprendió siendo paciente?
-Convertirme en paciente me enseñó mucho de esta vida. Me he dado cuenta de que el sistema de trasplantes, que alcanzó niveles envidiables, tiene que dar un paso más. No debe quedarse sólo en dar la vida, que, ¡ojo!, es mucho. Hay que hacer más.
-¿Por ejemplo?
-Cosas relacionadas con el paciente que se nos escapan. Por ejemplo, la intoxicación por ciclosporina, que es un fármaco que se da para evitar el rechazo al trasplante, hay que mirarla mejor. Aquí en el HUCA hemos iniciado una investigación sobre eso.
-O sea, que se trajo deberes de Santander.
-(risas). Algo así. Pero es que siendo paciente he visto que hay algunas cosas que se pueden mejorar.
-¿Se hace duro esperar?
-Ya sabes que dicen que la espera, desespera. Sí, es duro.
-¿Algún consejo para alguien que ahora esté en lista de espera?
-Que aguante. Que vale la pena y que en el noventa y tanto por ciento de los casos sale bien. En Asturias, un 2% de la población vive gracias a un trasplante de órgano.
-¿Hace vida normal ya?
-Completamente. Puedo subir cinco pisos sin cansarme, ¡esa capacidad no la tenía ni cuando estaba sano!
-Decía que le gustaba que su donante fuera un portugués.
-En realidad me gusta que haya sido un extranjero, porque eso demuestra que los extranjeros también donan. Además, la posibilidad de que se haya llevado a cabo es porque España, a través de la Organización Nacional de Trasplantes, firmó en su día un convenio para que sea posible.
-¿Irá a Lisboa a agradecerlo?
-Si, y voy a aprender portugués también. Se lo debo.
-Bueno, ¿superada esta etapa, qué tiene ahora en mente?
-Muchas cosas. Lo primero es hacer un centro de medicina regenerativa en el HUCA, ya que el banco de tejidos que tenemos se quedó obsoleto.
-¿Cómo vamos de donaciones?
-Vamos bien. Estamos en 26 donaciones, que es un 20% más con respecto al primer semestre de 2010. Además, este año hemos hecho seis trasplantes renales de donante vivo.
-¿Se ha tocado techo en Asturias?
-Casi. La tasa de negativas es pequeña y el margen de mejora es escaso.
-Dentro de un año cumple 65. ¿Se jubilará?
-Tengo que hacerlo, me obliga la nueva ley.
-Si pudiera, ¿seguiría trabajando?
-Después de esto, me gustaría más que nunca seguir dando caña en el trabajo. Creo que le debo muchas cosas a la sociedad y, además, me gusta lo que hago.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La sede del Reina Sofía estará lista a finales del próximo año
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones para ti
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.