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AVILES | el rincón de mavea

Viaje asistido

Muchos seres vivos viajan 'de papo'. Unos lo hacen intencionadamente, como las semillas de muchos vegetales, pero otros de forma accidental

PPLL

Viernes, 24 de junio 2011, 10:56

Muchos seres vivos viajan 'de papo'. Unos lo hacen intencionadamente, como las semillas de muchos vegetales, pero otros de forma accidental, como los que son atrapados entre los productos comerciales. La mayoría de los viajes asistidos se producen hoy en día por las actividades humanas, lo que está acelerando la globalización de muchas especies.

Una planta invasora de la que ya hablamos en este Rincón, la uña de gato (Carpobrotus edulis y C. acinaciformis), viaja de varias maneras: sus semillas son transportadas por el viento, sus hojas y rizomas flotan y son transportados por el mar, bastante gente las cultiva por lo vistoso de sus flores y las distribuye por muchos sitios, pero el verdadero viaje asistido se produce en los barcos, ya que sus semillas se pegan al casco de los barcos o va en las aguas de lastre, y así se dispersa por todo el mundo.

Y es que el agua de lastre de los barcos es uno de los vectores más conocidos de distribución de organismos marinos, desde algas hasta moluscos y crustáceos. Un caso que es muy difícil de atajar.

Entre los animales que viajan atrapados entre diversos productos, en Avilés son conocidos los casos de arañas tropicales y pequeños mamíferos que hace años llegaban entre la madera de eucalipto que provenía de Argentina. No tan populares son las salamanquesas canarias que llegan entre los plátanos: una nave central de distribución en Llanera llegó a tener decenas de estos reptiles viviendo en sus paredes.

Las personas que suelen viajar en barco conocen bien otro caso de viaje asistido muy popular entre los ornitólogos: las aves que se posan en ellos durante sus migraciones. Normalmente sólo se posan ahí cuando están muy cansadas. Pequeños pájaros y mariposas han sido vistos descansando sobre el mar, pero en muchos casos si van al agua ya no vuelven a levantarse. Así, los barcos permiten salvar la vida a muchas aves.

Un fenómeno peligroso es la distribución de enfermedades. Hay unos hongos patógenos que están acabando con los cangrejos de río autóctonos, y muchas veces viajan pegados a las botas de los pescadores. Por eso hay lugares (como en los lagos de montaña) donde está prohibido que nadie se meta en el agua, y en el caso de entrar por un estudio científico, el material debe estar desinfectado.

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