Jazz latino en el Centro Niemeyer

Dizzy Gillespie e Isaac Albéniz. Manuel de Falla y Mario Bauzá. Enrique Granados y Chick Corea. Todos estos músicos unidos por su carácter latino y separados por un océano, estarán mañana presentes en el doble concierto que se desarrollará en el auditorio del Centro Niemeyer y que contará con dos protagonistas: el pianista gaditano Chano Domínguez y el baterista cubano Ignacio Berroa, los encargados de hacer que la esencia de los grandes del jazz, de la música afrocubana, del flamenco, suene mañana a partir de las nueve en Avilés.

El concierto estará dividido en dos partes. El cartel anuncia a dos músicos que bien podrían compartir escenario, pero la programación señala que cada uno desarrollará su propia función.

El espectáculo que propone Chano Domínguez tiene mucho de revisión. El pianista gaditano acude a Avilés con un trabajo titulado 'Piano ibérico', un disco en el que se acerca a piezas de autores como Albéniz o Granados para pasarlas por su particular tamiz de flamenco y jazz y construir algo nuevo, algo diferente. «Ellos son los inspiradores de este trabajo. Para mí son los primeros pianistas flamencos porque supieron recoger el alma de la música popular e imprimirle todo el conocimiento del que disponían», señala el pianista.

La trayectoria de Chano Domínguez siempre ha estado marcada por la investigación. De sus inicios en un grupo de rock pasó a la experimentación con el piano para convertirlo en un instrumento tan flamenco como la guitarra. En su andadura musical siempre ha aportado por el aprendizaje y la fusión, acercándose a músicos de jazz con los que ha desarrollado numerosos conciertos.

La segunda parte del concierto tendrá como protagonista a la batería de Ignacio Berroa, considerado como uno de los mejores especialistas en este instrumento del mundo. Nacido en Cuba, aprendió de la mano de leyendas de la isla como Mario Bauzá, quien el introdujo en los circuitos del jazz americano. De esa mezcla, de una etapa inicial en la que bebió de la tradición cubana para adentrarse luego en los ritmos negros y las cadencias del jazz, surgió un músico capaz de moverse con soltura por ambos mundos fusionándolos en sus creaciones.

La versatilidad para jugar con esas dos corrientes le valieron para ser el batería titular de varias de las formaciones de Dizzy Gillespi, leyenda del jazz latino. Durante su amplia trayectoria profesional ha tenido la oportunidad de tocar junto a músicos como Jaco Pastorius, Wynton Marshalis McCoy Tyner, Tito Puente o Gilberto Gil.

Las entradas para presenciar este espectáculo tienen un coste de 18 euros y se pueden adquirir en la taquilla del Niemeyer o a través de Tiquexpress.