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ANDREA INGUANZO
Domingo, 29 de mayo 2011, 04:48
Fue allá por el año 739 cuando, el inexperto rey Favila, hijo de don Pelayo, se adentraba en los bosques cangueses para dar rienda suelta a una de sus aficiones, la caza, cuando, dice la leyenda, murió en un enfrentamiento con un oso. Lo que no se imaginaba por aquel entonces es que tantos siglos después un grupo de republicanos iba a reunirse entorno a la figura del responsable de su propia muerte, un oso, para rendirle homenaje. Ayer, poco después de mediodía, y tras algún que otro inconveniente, se reunían en esta localidad canguesa varios miembros del Ateneo Republicano Asturiano (ARA), ataviados con singulares sombreros, en un encuentro en el que reinó el tono irónico.
Como cada año, desde que hace ocho se rescatara la tradición, esta agrupación prepara un homenaje al que ellos denominan «el oso libre» y desde allí reivindican su lucha por la libertad absoluta para el país. Este año al comenzar con los preparativos, se encontraron con un «sorprendente» escrito en el que la Junta Electoral Provincial les prohibía realizar este acto en la fecha que inicialmente se había planeado, el pasado 21 de mayo, por ser ésa la jornada de reflexión. Ellos, que decidieron tomárselo con humor, respondieron al escrito acatando la norma y aclarando que «por si había alguna duda, ni Favila ni el oso pueden ya presentarse a las elecciones». Ayer, la mañana estuvo cargada de emotivas intervenciones, tanto de camaradas presentes como de almas republicanas que por desgracia ya no les pueden acompañar físicamente, pero que si lo hicieron en forma de versos, como era el caso de Nel Amaro, quien había sido elegido como lector de la obra de Nicolás Estébanez, y que fallecía semanas antes del acto. Sí se acercó su viuda, quien recibió un pequeño homenaje.
De entre los asistentes hubo espacio para la lírica, la poesía y la canción, pero también para los reconocimientos. Ángeles Florez Peón presumió en Llueves de sus 92 primaveras, sintiéndose, dijo, «orgullosa de todo lo que he vivido, la primera República, la revolución y finalmente una guerra. Todo ello fue duro pero volvería a vivirlo sin dudarlo». Como invitados de honor ARA contó con un grupo de vecinos franceses, quienes quisieron «alentar a los españoles porque pronto llegará aquí el cambio. Estamos convencidos de que pasaréis página, y seguiréis luchando por la libertad».
El presidente de la agrupación, Francisco Prendes Quirós, dio paso a un oso «atado y silenciado» que finalmente fue liberado para disfrutar de su propio homenaje. Tras una pequeña procesión hasta la estela colocada en el lugar de la presunta muerte del rey, todos los asistentes «que cada vez somos más, casi llegamos hasta Cangas este año», bromeaba Prendes, fueron testigos de un discurso cargado de propósitos, en el que el presidente quiso apuntar que «Asturias va a resurgir, pero no a golpe de 'cascos', sino con el apoyo de unos ciudadanos libres y unidos». Y con este apoyo esperan tener un país «en el que la libertad sea la única que reine».
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