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Viernes, 27 de mayo 2011, 05:10
La feriona de Corao del 26 de mayo mantuvo el nivel y las expectativas de ediciones anteriores con la presencia de más de 3.000 cabezas de ganado en los amarres y en las fincas colindantes. A primeras horas de la tarde el 80% de las reses había cambiado de dueño. Se vendió sin dificultad el ganado joven y bueno, mientras que nadie preguntaba por las vacas de más de diez años. Las operaciones resultaron más fluidas en la jornada de víspera y en ese momento se remató la mejor venta: una vaca de Valles, de nombre 'Maravilla', propiedad del riosellano Mario Somohano Sánchez, la adquiría un ganadero de Grado, José Arango Rodríguez, en 3.150 euros. No le anduvo lejos en cotización otra vaca de Valles que José Antonio García despachó en 3.000 euros para Reinosa.
En la mayor parte de las operaciones intervenían tratantes como compradores y vendedores. Para ellos resultaba fácil porque se ajustaban a los precios y circunstancias de la feria. Los particulares iban a remolque, a la expectativa, pero no tardaron en adaptarse a las leyes del mercado si no querían regresar a casa con los bolsillos vacíos. El ganadero de Benia Francisco Peláez cerró ventas a primeras horas: «Vendí dos casinas, a 720 y 780 euros, y cinco xatos pasteros, entre 240 y 290 euros por cabeza», comentó.
El tratante que más ganado desplazó a la feriona de Corao fue el cangués Jose Antonio García Álvarez 'Toño'. Se presentó con 217 vacas y 184 terneros. Vendió un lote de 17 casinas para el valle del Pas, en Cantabria, y otro de once para La Rioja. Colocó un semental de Valles, con destino a Burgos, por «2.550 euros» y traspasó otros tres toros para carne, de la misma raza, en una horquilla que iba «de 900 a 1.050 euros». Confirmó Toño que cada día se venden más reses en la jornada anterior y para avalar esa circunstancia explicó que «las vacas lucen mucho más al llegar, son otra cosa y se ven mucho mejor que no mezcladas entre otras mil».
Desde la localidad cántabra de Potes acudió el asturiano de Tresgrandas José Tomás Fernández Torre. Y como siempre, acompañado de ganado de altísima calidad. Una de sus ventas más espectaculares fue la de una ternera tudanca, de cuatro meses, en «813 euros». De la misma raza despachó «tres novillas a 1.800 euros, cada una». Traspasó un lote de 16 vacas parda alpina y cruzadas «entre 1.000 y 1.500 euros, por cabeza», y con destino a la localidad leonesa de La Robla vendió «tres sementales limusines entre 1.150 y 1.325 euros, por cabeza». Para la localidad burgalesa de Villarcayo entregó un lote de 14 terneros tudancos a «360 euros, cada uno». José Tomás confirmó que «las vacas jóvenes y buenas valen dinero y se venden solas. Además, estamos en Corao, a donde llegan compradores de toda España».
El piloñés Juan Carlos Arenas, de Valles de San Román, llegó con 207 cabezas de ganado y al cierre de la feria solo continuaba siendo propietario de trece. Un extraordinario lote de 22 casinas, a una media de 1.100 euros por cabeza, lo despachó con destino a Soria. Para Zamora viajaron otras 15 y 16 para Cervera de Pisuerga. La venta más numerosa, de 52 cabezas de ganado, la cerraba con un comprador de Salamanca. Explicó que había vendido casinas «entre 600 y 1.100 euros» y de valles «entre 1.000 y 1.800 euros».
Otro piloñés, Enrique Arenas, apareció en Corao con 130 cabezas de ganado y a primeras horas de la tarde no le quedaban más que retales, once vacas. Realizó una operación espectacular al colocar una vaca casina «en 1.300 euros» y otro lote «de cinco, a 1.100 euros, cada una», con destino al País Vasco.
Desde la localidad madrileña de Soto del Real, donde es propietario del acreditado criadero El Rincón Asturiano, se presentó en Corao José Manuel Blanco Parrondo. Compró 48 cabezas de ganado, «entre vacas con cría, novillas y toros» y se gastó «34.000 euros». Parrondo emigró hace 27 años desde la localidad valdesana de Paredes, «con una mano adelante y otra atrás», y también regenta un restaurante en la calle Delicias. Opinaba que el ganado «está más caro hoy que en la anterior feria de marzo».
De la localidad piloñesa de San Román acudió José Ángel Díaz con 26 vacas carreñanas y vendió 24, en un péndulo de precios que iba «de 1.000 a 1.500 euros».
En el mercado caballar el rey de la feria era el parragués Álvaro Amieva. En un momento se hizo propietario de un lote de «26 yeguas» por las que pagó precios que iban en una horquilla de «350 a 600 euros». También vendió algún caballo «a 700 euros» y varios potros de años para cebaderos a precios de «entre 300 y 350 euros».
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