Medio lleno, medio vacío

En principio, el que la factura sanitaria en fármacos de Gijón haya bajado es positivo. Ahora bien, podemos evaluar si esa rebaja es suficiente o no. Tengan en cuenta que el gasto farmacéutico ha caído un 1,22% . Lo cual, en cifras redondas, representa un millón de euros. No obstante, hablamos de que en el Área Sanitaria V gastamos el año pasado 82,1 millones en medicamentos. O sea, una pasta. Viendo el vaso medio lleno, insisto, el que en el mundo farmacéutico se haya producido una reducción es casi un hito. Tengan en cuenta que desde que el Principado se hizo cargo de la Sanidad no ha hecho más que crecer exponencialmente. Asimismo, en nuestra descarga, hay que argumentar una población muy envejecida.

Sin embargo, debemos también ver el tema como un vaso medio vacío. Las medias que se pusieron en marcha para corregir el gasto fueron importantes. Desde la compra a nivel central para la reducción de precios, hasta la prescripción de más genéricos que nunca. Y, como ven, el porcentaje de reducción no ha sido tan importante. Por tanto, llegamos aquí a lo del cascabel y el gato. Todo el mundo sabe que la cifra es insostenible en estos tiempos que corren, pero nadie quiere tomar medidas a fondo para atajar el problema. Hablo, por ejemplo, de cobrar los medicamentos a partir de cierto nivel de renta, o que algunos no sean subvencionados. Asuntos, claro está, peliagudos que los políticos rechazan de frente. Fíjense si no en que el copago sanitario se ha convertido durante esta campaña en arma arrojadiza. Ningún partido ha querido admitir su uso como elemento moderador y, más bien, se acusaron de querer implantarlo. En fin, después del 22 de mayo más de un programa electoral tendrá que revisarse. Y si no, al tiempo.