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Hospitalización a domicilio. El doctor Ignacio Fernández pasa consulta a un paciente en su domicilio para seguir la evolución de su recuperación. :: MARIETA
La otra ampliación del San Agustín
AVILES

La otra ampliación del San Agustín

La cirugía ambulatoria ya supera al número de operaciones que se realizan con hospitalización

FERNANDO DEL BUSTO fdelbusto@lavozdeaviles.com

Lunes, 9 de mayo 2011, 04:06

El Hospital San Agustín ya ha consolidado su tercera ampliación. Sólo que, en esta ocasión, los andamios y obras de las dos anteriores se han cambiado por nuevos métodos de organización y la capacidad para asumir los avances en la medicina.

Y es que la cirugía mayor ambulatoria ha permitido al centro de referencia de la comarca doblar su capacidad de realizar operaciones reduciendo el número de estancias. Así el índice de ocupación de hospitalización ha pasado del 84,99% en 2000 al 78,95% en 2009, según la estadística recogida en la Memoria de 2009. Año a año existen variaciones por hechos concretos como pueden ser una epidemia de gripe, que aumenta el número de hospitalizaciones, pero la tendencia es a disminuir las estancias en el centro sanitario.

En el lado contrario de la estadística, se registra en la década un incremento de operaciones. Así, se pasó de 7.703 intervenciones en el año 2000 a 8.348 en el ejercicio de 2009. En 2010, el número total de intervenciones se redujo hasta 8.037.

De esta manera, el denominado índice de frecuentación quirúrgica (donde se mide el número de operaciones realizadas por cada mil habitantes) evoluciona de un 48,13 por mil en 2000 a 54,14 por mil en 2009.

Es decir, se opera más, pero los pacientes permanecen menos en el Hospital. La solución de esta ecuación pasa por la Cirugía Mayor Ambulatoria, donde desembocan buena parte de los avances de la medicina en los últimos años. Desde las técnicas microinvasivas a la presencia de anestésicos de rápida eliminación y un efecto cada vez más localizado en la zona a tratar.

Así, en 2010, de las 8.037 operaciones realizadas en el Hospital, 3.050 se realizaron con hospitalización tradicional y 3.902 con cirugía ambulatoria. A ellas, hay que añadir las mil operaciones que, de media, se vienen realizando de forma urgente durante la última década. En concreto, en 2010 se efectuaron 1.085; la mayor parte de ellas con hospitalización: 1.032 frente a 53 efectuadas con cirugía ambulatoria.

Un ejemplo clásico de este tipo de cirugías son las conocidas popularmente como operaciones de cataratas. Hoy en día, la mayor parte de ellas se realizan de forma ambulatoria. En 2009, 702 operaciones de cataratas se efectuaron mediante intervenciones ambulatorias y sólo 23 de forma tradicional, es decir, con hospitalización.

En los años 80 del pasado siglo, una operación de cataratas implicaba un mínimo de siete días de ingreso y en unas condiciones difíciles para el paciente, que debía permanecer boca arriba y procurando no mover la cabeza. En la actualidad, la cirugía ambulatoria resuelve la intervención en unas pocas horas. En caso de ingresar, también ha disminuido de forma sustancial la estancia en el centro sanitario. Y también las condiciones.

En la cirugía ambulatoria, el paciente es citado para acudir a la unidad específica, se le opera y permanece en unas pocas horas en la unidad de corta estancia y regresa a su domicilio. Para ello el San Agustín dispone de 12 puestos de Hospital de día quirúrgico para intervenciones que necesitan unas horas de convalecencia y once camas de corta estancia si necesita un par de días como máximo.

Pero evitar la hospitalización no significa apartar al paciente del sistema sanitario. Así, si es necesario, se le presta un apoyo directo desde la unidad de hospitalización a domicilio. En otros casos, es el propio equipo de Cirugía Ambulatoria quien realiza el seguimiento. El año pasado, se telefoneó al 40% de los intervenidos para conocer su evolución postoperatoria, sin que se registrase ningún reingreso.

Las ventajas de la cirugía

Ahora bien, ¿qué implica el impulso que se da a la cirugía ambulatoria? En primer lugar, una mayor eficiencia en la gestión de los recursos sanitarios, aunque no necesariamente un ahorro.

En 2009, el Principado de Asturias aprobó un decreto que fijaba los precios públicos que se aplicaría a terceros por la prestación de servicios. Entre los datos que aparecen hay dos interesantes: el precio por las intervenciones quirúrgicas ambulatorias (760 euros la hora) y el de estancia en el hospital, donde se fija un precio de 415,10 euros por día en el Hospital San Agustín.

Resulta tentador multiplicar el coste de la estancia por los días de ingreso, restar el gasto de la operación y, a partir de ahí, deducir el ahorro. Así, retomando el caso de las cataratas, con la cifra de hospitalización de los años 80 se tendría un gasto de 2.905,7 euros por pacientes lo que implicaría un ahorro de 2.145,7 euros.

Esta hipótesis sería cierta si se mantuviese el número de ingresos. Pero la realidad nos indica que eso no sucede. Las 702 operaciones de cataratas realizadas con cirugía ambulatoria en 2009 implicarían 4.914 días de hospitalización, lo que supera ampliamente la capacidad asignada al servicio de Oftalmología que, en 2009, contó con 2,6 camas asignadas. No se trata de un ahorro, sino un mejor gasto que permite responder a la demanda de los pacientes con mayor rapidez.

Con unos recursos limitados, la prioridad siempre la tienen aquellas enfermedades más graves, como pueden ser los cánceres. De esta manera, los profesionales disponen de una posibilidad para atender a esas enfermos sin olvidar los casos más importantes.

Pero, además, existen otra serie de factores que no se cuantifican económicamente y que también son importantes. Uno de los más fáciles de comprender es que la recuperación de las personas siempre se realiza mejor en su domicilio, en su entorno habitual, que en un centro hospitalario.

Es frecuente conocer los casos de personas mayores que se desorientan cuando se ingresan en un hospital. Siguiendo el ejemplo de las cataratas, la edad media de los pacientes de cirugía ambulatoria de oftalmología es de 68 años. Y es evidente que para ellos resulta mucho más cómodo permanecer unas horas en el centro sanitario y terminar por recuperarse en su domicilio, que un ingreso de varios días en el hospital.La menor estancia en el centro sanitario también contribuye a reducir el riesgo de infecciones hospitalarias.

Todo ello no significa que desaparezca la atención en el hospital, pero cada vez son más los pacientes que permanecen ingresados porque su patología responde a situaciones más complejas, mientras que regresan a sus casas los que no presentan complicaciones.

Esta situación es una ventaja para los pacientes de cirugía ambulatoria que, en su domicilio, se ahorran las molestias que implica un compañero de habitación que necesite más cuidados, como pueden ser curas específicas después de una cirugía. También para la propia organización de las plantas resulta más sencillo contar con pacientes con una complejidad similar, si bien se produce un incremento en la carga de trabajo para el personal de enfermería y auxiliares.

Además no se puede olvidar que la cirugía ambulatoria no se ha implantado sola. Junto con ella han venido avances en algunas especialidades, como Dermatología, donde se realizan cirugías sin necesidad pasar por la Unidad de Corta Estancia. Y también los avances en técnicas diagnósticas, como biopsias o endoscopias digestivas, donde se evitan ingresos.

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