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Abel, Juan y Rubén en la defensa del Bosco sobre el ataque del gozoniego Antonio. :: SERGIO LÓPEZ
El Bosco se impone a Luanco en un partido de gran intensidad
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El Bosco se impone a Luanco en un partido de gran intensidad

Ambiente de gala en La Magdalena y victoria del equipo colegial ante un rival que estuvo en la pelea hasta el final

NACHO GUTIÉRREZ

Domingo, 10 de abril 2011, 04:00

Las mejores vibraciones del balonmano regresaron muchos años después al añejo polideportivo de La Magdalena, que vio coronarse al Bosco como nuevo campeón de Asturias juvenil tras superar al Villa de Luanco en un partido memorable, por su intensidad e igualdad, que no se rompió hasta los instantes finales cuando el equipo colegial abatió a un bravo rival, que nunca se entregó y que superó incluso la ausencia de uno de sus bastiones, Jano, lesionado en uno de sus tobillos.

Con un polideportivo abarrotado, la tensión a pie de cancha se podía mascar. El Bosco tenía que ganar y a Luanco le bastaba un empate, lo que se tradujo en una grandísima batalla deportiva, no exenta de apuntes tácticos al uso de los mayores. Falo Méndez y Manolo Gutiérrez optaron por hacer defensas mixtas individuales sobre los dos elementos desequilibrantes, Adrián y Jano, que asumieron el papel con distinta suerte. El avilesino marcó cuando tuvo resquicios y el gozoniego no pudo encontrar ni un hueco, culminando su desgraciada tarde con una lesión que le retiró de la cancha en el minuto 8 del segundo tiempo.

La falta de juego con los dos mejores laterales juveniles asturianos obligaba a sus compañeros a repartirse la tarea de atacar. Al Bosco lo movían sus 'pequeños', Aitor y Juan, que encontraban casi siempre los apoyos de los dos pivotes que Falo mantuvo todo el tiempo en cancha, Rubén y Abel, a la postre claves en el despegue del Bosco en el tramo final del partido, aunque hasta ese momento el Villa de Luanco estuvo metido y bien metido en el partido.

Lo estuvo gracias a la genial actuación de su central, Javi, que se echó al equipo a su espalda sin poder contar con Jano, anulado por la defensa mixta local, que no le permitió marcar ni un tanto. En el campo opuesto el elemento decorativo era Adrián Fernández, pero el avilesino fue imparable siempre que se despegó de la marca y acabó firmando ocho goles.

La iniciativa en el marcador fue casi siempre del Bosco, aunque los gozoniegos nunca se salieron del partido, que al descanso llegaba con ventaja colegial, 14-12.

En la salida del segundo tiempo el Villa de Luanco fue capaz de sobreponerse a la lesión de Jano. A los dos minutos se iba al banquillo y cuando regresó en el ocho tardó unos segundos en recaer y despedirse de la gran final regional. Pese al golpe, el equipo gozoniego llegó a ponerse por delante por primera vez a los 42 minutos, un 18-19 que encendía las alarmas en el Bosco, en el que Pelayo aportó lo suyo al atajar dos penaltis a Javi, que fue lo único en lo que falló.

El equipo colegial recuperó la iniciativa con goles decisivos de Adrián y Rubén, aunque el Villa de Luanco se mantuvo entero y con opciones de buscar el título con un empate hasta que a dos minutos del final Abel machacó el resultado.

Los sinceros abrazos entre los protagonistas del partido, compañeros de una selección juvenil de ensueño, fueron el mejor homenaje en la entrega de la corona. El Bosco releva al Villa de Luanco como campeón. Bravos para los dos.

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