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Andrea y Mónica, ayer en el centro de Mieres. :: J. M. PARDO
«No quiero que las que vengan detrás tengan trabas»
Sociedad

«No quiero que las que vengan detrás tengan trabas»

Andrea, de 32 años, critica que Salud no le financie el tratamiento hormonal necesario para ser madre «por lesbiana»

LETICIA ÁLVAREZ

Miércoles, 6 de abril 2011, 14:46

«No entiendo por qué le dan la medicación a una mujer heterosexual y a mí no. Yo tengo las mismas necesidades de ser madre». Andrea M. tiene 32 años y lleva desde finales de 2010 tratando de quedarse embarazada por medio de la reproducción asistida, pero hasta ahora no ha tenido suerte. El problema, tras un primer intento fallido, es que, según denuncia, «el inspector de Salud de Mieres me ha denegado la medicación que necesito alegando falta de varón. Eso es evidente, le dije, pero insistió en que tanto yo como el donante somos fértiles y no necesito esa medicación».

Sin embargo, los médicos que atienden a Andrea M. sí creyeron conveniente en el primer intento que se le dispensara el tratamiento hormonal para aumentar las probabilidades de éxito de la técnica de reproducción asistida, por lo que esta joven mierense cree que «estoy siendo víctima de un caso de discriminación y voy a ir hasta el final porque no quiero que las que vengan detrás encuentren las mismas trabas».

Andrea siempre quiso ser madre aunque había descartado la posibilidad por su condición de lesbiana. Cuando se enteró de que todas las mujeres, con independencia de su estado civil y condición sexual, podían acceder a las técnicas de reproducción asistida a través de la sanidad pública del Principado no lo dudó. Se puso en manos de su médico de cabecera y al año siguiente entraba en la Unidad de Reproducción Asistida del HUCA para iniciar los tratamientos.

En principio, le explicaron, le cubrirían un máximo de seis ciclos de inseminación artificial y hasta tres ciclos de fecundación in vitro. Y se hace cargo tanto del tratamiento hormonal como de la técnica de reproducción. Andrea se sometió en noviembre de 2010 al primer tratamiento pero falló y cuando acudió al Inspector de Prestaciones de Mieres se encontró con que éste le denegaba el tratamiento hormonal. «El caso es que en el HUCA me dicen que no puede ser que nunca ha pasado algo igual y que tiene que haber algún mal entendido».

En la actualidad Andrea persiste en su intención de ser madre y por eso acaba de financiarse ella misma el tratamiento, que le cuesta 300 euros-.

Desde el colectivo Xente Gay Astur (XEGA) se pone atención sobre el caso por «discriminatorio» y se recuerda que «nunca antes el Principado había denegado el tratamiento a ninguna mujer que acudiera sola».

Xega ha pedido ya una entrevista con el consejero de Salud, José Ramón Quirós, y ha solicitado un escrito a la Inspección de Prestaciones y Servicios Sanitarios con los motivos que aducen para la denegación de este tratamiento.

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