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J. C. V.
Jueves, 7 de octubre 2010, 05:11
La aprobación del Real Decreto que incentiva el consumo de carbón nacional por las centrales térmicas ha permitido la vuelta de los mineros a los pozos tras varias semanas de movilizaciones. Sin embargo, aunque las minas volverán a producir hulla y antracita pasará mucho tiempo hasta que la actividad del sector quede normalizada por el inmenso volumen de carbón almacenado desde el año pasado.
Según calculos de la patronal Carbunión, actualmente hay 18 millones de toneladas de carbón almacenadas en las minas y en los parques de minerales de las centrales térmicas. Es el equivalente a la producción de todo el sector durante dos años, pues las térmicas -salvo las de HC, que queman el carbón de Hunosa- llevan paralizadas prácticamente desde finales de 2008 cuando descendió la demanda de electricidad y el precio del mineral de importación se hizo atractivo para sustituirlo por el autóctono.
De los 18 millones de toneladas de carbón autóctono sin quemar, 5,6 están acumuladas en las empresas, la misma cantidad apilada en el almacén temporal de Hunosa hasta marzo, y el resto ya comprado por las eléctricas, pero que todavía no han utilizado y sigue sin salir de las compañías mineras.
En los parques de las térmicas tampoco cabe una tonelada más y algunas compañías ya han advertido que no comprarán más mineral hasta que den salida a sus 'stocks'.
En León, Compostilla II almacena más de millón y medio, Anllares 1,1 y La Robla una cantidad similar, a lo que se suman otras 800.000 toneladas en Velilla (Palencia). En Asturias, la térmica de Soto de la Barca acumula del orden de medio millón de toneladas de antracita.
Real Decreto
Esta situación es la que precisamente quiere solventar el Real Decreto aprobado por el Gobierno, que hasta finales de año quemarán 4,08 millones de toneladas para tratar de dar salida al 'stock' de mineral.
En Asturias, según una propuesta de resolución de la Secretaría de Estado de la Energía, el grupo 3 de la térmica de Soto de Ribera quemará 351.500 toneladas hasta el 31 de diciembre (3.821 toneladas al día), mientras que la central del Narcea tiene asignadas 327.991 toneladas de antracita. En conjunto serán cerca de 700.000 toneladas, de las que 200.000 corresponderán a los 'stoks' adquiridos por Hunosa a través del denominado Almacén Estratégico Temporal de Carbón (AETC). El objetivo es generar 9,8 TWh en lo que resta de año, el mismo volumen que en todo 2009. El Estado invertirá 650 millones en subvencionar esa producción.
Por otro lado, César Dopazo, miembro del grupo asesor sobre energía y cambio climático de la Dirección General de Energía de la Comisión Europea, achacó ayer a la negligencia y dejadez de los políticos» la actual crisis del sector minero del carbón, por no haber promovido a su debido tiempo su necesaria reconversión.
Según dijo, una nueva prórroga a las ayudas para el carbón más allá de 2014 «no es razonable». Por eso propuso la reconversión de las minas y de los empleos «en sectores más productivos» como la aplicación de las tecnologías de la información a sectores energéticos, ya que tanto «los mineros como sus hijos» pueden aprender a manejar «chips» y trabajar con electrónica.
Dopazo ha advertido también de que el cierre de centrales nucleares «es un error» siempre que se demuestre que están en condiciones de funcionar de forma segura».
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