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FERNANDO DEL BUSTO fdelbusto@lavozdeaviles.com
Domingo, 12 de septiembre 2010, 10:50
Hoy en día es fácil adquirir prendas que permitan ir a la moda sin tener que recurrir a las grandes marcas de prestigio. Cadenas textiles como Zara, Los Telares o Berksha han democratizado el sector, pero con un inconveniente, los vestuarios se vuelven clónicos, desaparece la personalización.
No obstante, cada vez más surge la posibilidad de personalizarlo con complementos. Más allá de las ofertas que se encuentran en las cadenas comerciales con unos precios asumibles por economías normales, la posibilidad de personalizar con un complemento único se encuentra también al alcance de todo el mundo con otras propuestas que han nacido en los últimos años en Avilés.
Surgen así las tiendas especializadas en la venta de abalorios para poder elaborar un broche, pulsera o collar único. En cierta manera, no dejan de ser una especialización de las tradicionales mercerías, pero encaminadas a un mercado diferente y más amplio donde se citan desde personas creativas a aficionados al pachtwork, una artesanía centenaria que vive un auténtico renacimiento en toda Europa.
En los últimos años han florecido en el concejo varios de estos comercios. La revista 'Crea con Abalorios' cita tres locales en la ciudad ('Miss Cuentas', en la calle de Francisco Orejas Sierra; 'La Dentelle', en la calle de Pedro Menéndez; y 'Amibola', en la calle Francisco Orejas Sierra). Además de las ventas que se puedan realizar por internet o comercios que no aparezcan en ese listado, como el caso de 'Tienda Kyra', de Nieves Fernández Hevia.
En ese caldo de cultivo surge toda una nueva corriente de jóvenes diseñadores. Sus piezas son diferentes y ofrecen la posibilidad de encontrar un complemento único y exclusivo. «Es algo que se está produciendo en todo el país. Me gusta decir que ofrecemos exclusividad a buen precio y la posibilidad de que cada persona pueda personalizar su vestuario», explica Covadonga García, responsable de '¡Qué mono!', uno de los comercios especializados en estos complementos que se encuentran entre el diseño y la artesanía.
Espíritu creativo
Avilés no es ajeno a esa corriente nueva, fácilmente rastreable en todo el país. Así, ya se pueden encontrar diferentes marcas avilesinas. Establecer un censo es complicado, puesto que se trata de un campo muy amplio, en el que los creadores entran y salen con suma facilidad.
Para la práctica totalidad de ellos se trata de una afición y posiblemente, no saldrá de esos límites. Pero lo cierto es que en los últimos años se está generando un cierto grupo de diseñadoras de complementos. La apertura de 'El Rey que rabió' en la calle de La Estación ha sido clave en este proceso. Además de sus creaciones, Michel Rionda abrió las puertas a creadores locales. «Era la idea que tenía desde el principio y veo que la gente viene a buscar esa pieza que saben que sólo tendrán ellos», apunta.
Lo cierto es que, hoy por hoy, 'El Rey que rabió' es el principal lugar de encuentro de este tipo de creadores. Aunque hay otros, en la citada 'Kyra', se encuentran las piezas de Nieves Fernández Hevia. Covadonga García centra su actividad en la comercialización y en su catálogo cuenta con una creadora local, Noelia Castro ('Adicta a los complementos').
Esta firma la comparte con 'By Bocas', el comercio de Rocío Bocanegra. El caso de Rocío Bocanegra es similar al de Miguel Rionda. En un giro en su vida profesional, optó por abrir el local para comercializar sus creaciones, un abanico amplio que va desde bolsos a camisetas o joyas.
«Mi estilo es personal, muy diferente. Por ejemplo, en mis collares nunca encuentras el centro tradicional que hay en otras piezas», explica Rocío, orgullosa de que su 'By bocas' comienza a conocerse en todo el país. Así, en la tienda enseña un ejemplar de la revista '¡Qué me dices!' donde se destacan sus complementos.
Esa oferta se incrementa con otro tipo de complementos que Rocío selecciona con su criterio. Ella tiene el mérito de haber sido la primera en romper el hielo en este sector en diciembre de 2007. 'El Rey que rabió' cumplió un año el pasado julio y '¡Qué mono!', apagará su primera vela el próximo mes de diciembre.
Sector emergente
Estos comercios son el sustento de un sector emergente y con unas características comunes: diseños personales, elaboración artesana, formación autodidacta, apoyo en las nuevas tecnologías para la divulgación, carácter aficionado... Sus primeras piezas llegaron a amigos y familiares que, ante la calidad de los trabajos, les animaron a dar el paso de ofrecerlas a terceras personas.
Aunque, como siempre, existen excepciones, como las piezas que elabora Isela González en 'Flores y Tocados Ilana'. Isela es la segunda generación de un empresa en la que trabajan cinco personas. Ella aprendió la artesanía de la elaboración de las flores artesanales de sus madre. Manteniendo la línea tradicional, incorpora nuevos diseños que se ven en Andalucía, todo el Norte y Madrid y cuenta con comerciales en todo el país. Incluso alguna de sus piezas se ha visto en desfile profesionales. «Competimos con otros productos de menor calidad, así que nuestra arma es el diseño», explica González.
Para el resto se trata de una afición que se vive con toda la pasión y que les viene dando suficientes alegrías para seguir con ella. Convertirse en profesionales es el sueño de algunas de ellas. Hay quien reconoce que es imposible, como Carmen García, cuyos complementos de ganchillo seducen a más de uno. «Hacer una pieza me lleva unas cinco horas. Para ser profesional tendría que poner unos precios muy altos. Es una afición», comenta. Poldo, que elabora diademas y complementos en cuero, también destaca que para él siempre «será una afición».
Sara García García ('Sólo yo'), que en otoño lanzará su primera colección, reconoce que «de momento es una afición, pero me gustaría ser profesional en el futuro». Una idea que no descartan las hermanas Alba y Marta Báez. «Nos parece muy difícil, pero no lo descartamos», asevera Marta.
Noelia Castro ( 'Adicta a los complementos') también vive ese dilema. «Ahora mismo es una afición, estoy estudiando una carrera. Pero a saber lo que sucede en el futuro», comenta Castro.
Otras, como 'Maluca', tratan de hacerse un hueco con sus diademas y diseño de joyas de plata y desarrollan su carrera a caballo entre Madrid y Avilés.
Otro rasgo común en todas es la utilización de internet. Es una práctica generalizada contar con una bitácora, más o menos actualizada, en la que divulgar sus creaciones, informar de los lugares donde se pueden encontrar y también recibir información de todo tipo, como materiales, nuevas técnicas y también ideas. «Internet ha supuesto una revolución, es el principal canal de información y participación», resume Carmen Barquero de 'La Polilla de la Villa'. Por cierto, nombre cuyo origen se encuentra en el 'nick' o apodo que utilizaba en internet.
De momento son una docena, el tiempo dirá si el sector crece o queda en unos bellos recuerdos para comentar en el futuro.
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