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osuarez@elcomerciodigital.es OLAYA SUÁREZ
Domingo, 22 de agosto 2010, 12:08
Unos meses antes de que el país se conmocionase con el secuestro en Málaga de la niña Melody Nakachian, los gijoneses ya habían pasado por lo suyo. Pero con tintes más trágicos aún si cabe. Al contrario que la hija de la cantante coreana Kimera, la niña de once años Celina Rodríguez no regresó nunca a su casa en el barrio de El Llano. Apareció muerta 16 días después de ser secuestrada a la salida del colegio Ramón Menéndez Pidal. Ocurrió el 12 de diciembre de 1986. Su cuerpo fue encontrando el 28 del mismo mes en una casa abandonada del pueblo leonés de Villaseca de Laciana. La habían vejado y torturado. La incomprensible razón: un ajuste de cuentas por una deuda que el padre de la menor mantenía desde la cárcel con el secuestrador.
Valentín Gómez Valledor, alias 'El Argentino', esperó a la menor a la salida de clase. No le resultó difícil convencerla para que subiese a su furgoneta. Había coincidido en numerosas ocasiones con la niña en la casa familiar y la embaucó asegurando que a su padre le habían concedido un permiso penitenciario y los esperaba en León. El progenitor de la pequeña, Ricardo Rodríguez Soto, estaba interno en la cárcel de El Coto cumpliendo una pena de 28 años por su implicación en el asesinato del industrial palentino Bautista Guémez Cortázar, contrabandista de tabaco rubio que fue abatido a tiros en León cuando llevaba encima más de 20 millones de pesetas. Ese botín fue lo que desencadenó el secuestro.
'El Argentino' fue detenido apenas siete días después de que Celina faltase de su casa. Todas las sospechas apuntaban a él por una supuesta venganza. Se supo luego que, cuando fue arrestado, la niña ya estaba muerta. No obstante, pese a los intensos interrogatorios a los que fue sometido, no desveló el paradero de Celina. Ni siquiera confesó si estaba muerta. Aseguró en un primer momento que la había tirado a un barranco del puerto Ventana para luego cambiar reiteradamente las versiones. Su intención era entorpecer las investigaciones.
Hubo que esperar al 28 de diciembre para que un matrimonio de León descubriese de forma accidental el cadáver. Era domingo y estaban de excursión por la zona. En un momento dado se pararon en el Puente de las Palomas (en Laciana) y la mujer entró a una casa abandonada con la intención de orinar. Lo que encontró allí no lo pudo olvidar en la vida: el cuerpo de una niña, semidesnudo y tapado parcialmente con trozos de uralita. El valle leonés en plena Navidad había alcanzado los quince grados bajo cero. El cadáver estaba bien conservado.
Le realizaron dos autopsias: una en León, que fijó la muerte cuatro días antes del fatal descubrimiento y señalaba a una neumonía como causa de la muerte. Los análisis practicados en Gijón fueron bien diferentes: la niña había muerto quince días antes por estrangulamiento. Tenía rota la laringe, presentaba una fisura en el cráneo y había sido víctima de abusos sexuales. 'El Argentino' fue condenado a 36 años de prisión. Protagonizó numerosas fugas y, a día de hoy, continúa siendo uno de los asesinos más sanguinarios de los que actuaron en Gijón.
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