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IDOYA REY oviedo.co@elcomerciodigital.com
Miércoles, 4 de agosto 2010, 10:39
Ha pasado más de un año desde que mataron y descuartizaron a María Luisa Blanco, de 36 años e impedida en una silla de ruedas, en su casa del barrio de Vallobín; es uno de los crímenes más escabrosos de la historia reciente de la ciudad, que aún no tiene fecha para su esclarecimiento judicial. El fiscal Superior de Asturias, Gerardo Herrero, aseguró hace un mes que el juicio se celebraría antes de acabar el año. De hecho, pocas pruebas quedan ya para completar la instrucción.
Una de las últimas, que se ha resuelto en las pasadas semanas, es la prueba caligráfica solicitada por la defensa de Pablo Blanco, hermano de la víctima y uno de los implicados en la muerte. Era una prueba para determinar quién escribió en una de las puertas de la casa esta amenaza: «Pablo estás muerto». Los peritos han determinado que fue Jesús V. B., de 20 años e inquilino del piso de Mariscal Solís, quien lo hizo. Una prueba más en su contra, que podría avalar la hipótesis del acoso que supuestamente padecía la familia Blanco.
La noche de San Juan del pasado año asesinaron a María Luisa Blanco. Quién lo hizo, lo determinarán las autoridades judiciales, pero lo cierto es que la fatídica noche en el piso de apenas 60 metros cuadrados se encontraban todos sus habitantes. Eran seis y un bebé. Por un lado estaban los propietarios de la vivienda: la víctima, su madre de 67 años, María del Rosario Blanco (en libertad con cargos) y su hermano, Pablo Blanco (detenido por su participación en los hechos). Por el otro, los inquilinos: Cristian M. P., de 22 años y amigo de Pablo (ingresado en la prisión de Villabona); Jesús V. B. (también arrestado); su novia, una joven que cuando cometieron los hechos tenía 17 años (pendiente de sentencia), y el bebé de estos dos últimos. Sólo ellos saben lo que realmente ocurrió.
Lo que hasta el momento han dicho es una suma de inculpamientos mutuos y cambios de versiones. Aunque María del Rosario, Pablo e incluso Cristian coinciden en que «Jesús era el jefe de la casa».
La autoría material del crimen está en duda. Sin embargo, de sus declaraciones se deduce que todos participaron en mayor o menor medida en el supuesto castigo que presuntamente Jesús había decidido imponer a la fallecida, «por incumplir con sus labores diarias». Y la reprimenda acabó en muerte. Unos dicen que lo hicieron por miedo. El otro, Jesús, el principal sospechoso de la autoría intelectual, asegura que no participó en los hechos.
La familia Blanco afirma que vivía atemorizada y maltratada por el inquilino. Esta tesis toma fuerza con la prueba caligráfica. O quizás no. El abogado defensor de Jesús ya indicó en el momento del examen pericial que la pintada estaba hecha con una vela, por lo que difícilmente iba a probarse su autoría a través de una prueba caligráfica. En cambio los peritos, dicen ahora que fue Jesús.
De todas formas, la Ley no diferencia entre autoría material e intelectual. Una persona es acusada de asesinato lo mismo participe o instigue. Es decir, la pena es la misma para quien mata con sus manos a alguien o para quien, por ejemplo, contrata a un sicario para hacerlo.
No hay que perder de vista tampoco, la discapacidad y limitaciones intelectuales de la mayoría de los implicados. Así, lo determinaron los informes psicológicos a los que fueron sometidos. El peor parado fue de nuevo Jesús. Su letrado solicitó la impugnación de los citados informes. La jueza encargada del caso, María Luisa Llaneza, y la Audiencia Provincial lo rechazaron.
Pendientes de la sentencia
El 7 de junio arrancó el juicio contra la menor implicada en el caso. Todavía no hay sentencia y no será ya hasta septiembre cuando se conozca la decisión del Juez de Menores. Una decisión que inevitablemente afectará al proceso de los mayores de edad, pues si se prueban unos hechos, difícilmente serán obviados por la Audiencia Provincial.
La joven esta acusada de hasta 15 delitos, que van desde la extorsión, la detención ilegal y agresiones sexuales hasta el asesinato. Será tras el verano cuando quizás se aclaren algunos puntos del complejo crimen de Vallobín.
Permanece en libertad con cargos.
Permanece ingresado en Villabona.
Está en prisión desde el día de los hechos.
Está ingresado en Villabona.
Cuando ocurrieron los hechos, tenía 17 años.
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