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¿Quieres un buen móvil por 100 euros?

¿Quieres un buen móvil por 100 euros?

Samsung, Sony, Microsoft, Huawei y Motorola luchan por convertirse en los reyes de la gama baja con unos smartphones buenos, bonitos y baratos que no tienen casi nada que envidiar a otros mucho más caros

Iñaki Juez

Miércoles, 18 de marzo 2015, 12:50

Cuestión de prioridades. Hay muchas personas que se niegan a gastarse 600 o 700 euros en un teléfono de nueva generación, aunque sea pagándolo a plazos a cambio de un nuevo contrato de permanencia con la operadora de turno. Prefieren utilizar ese dinero para otros caprichos como irse de vacaciones a algún lugar exótico o regalarse alguna prenda con la firma del diseñador de moda. Otros, por desgracia, no tienen ni la opción de elegir. Sencillamente, no se lo pueden permitir por culpa de unos sueldos ínfimos que no dan para esa clase de lujos o directamente por carecer de ingresos. Maldita crisis. Los hay también que se dejaron medio sueldo en un moderno smartphone para, poco después, acabar perdiéndolo en esa típica noche en la que todo nos confunde. Gastarse otra vez un dineral en tan poco tiempo da dolor de corazón. Al final, todos ellos acaban en una tienda pidiendo lo mismo: un móvil bueno, bonito y barato con el que puedan recibir y mandar WhatsApps, actualizar su estado en Facebook y Twitter, sacar alguna foto de vez en cuando y utilizar el GPS para poder llegar puntuales a nuestras citas sin perdernos. Lo mínimo que se le puede exigir a un teléfono del siglo XXI.

Todo eso y mucho más lo ofrece ya la denominada gama baja de los smartphones. Muchas personas cometen el grave error de despreciarla, sobre todo si hace unos años compraron un móvil barato de alguna reconocida marca, que, poco tiempo después, se convertía en poco más que un pisapapeles por culpa de un hardware muy rudimentario incapaz de hacer funcionar con ciertas garantías un software pensado para aparatos mucho más potentes. Y caros. Pero eso eran otros tiempos. Desde hace un año, el panorama de los celulares para todos los bolsillos ha experimentado un avance espectacular debido al empuje de fabricantes como Motorola, Nokia, Huawei o Xiaomi, que no descansaron hasta sacar al mercado móviles de gran calidad por un precio más que justo. La gama baja ya no es el patito feo del mundo de la telefonía. Todo lo contrario, está en constante expansión y goza cada vez de mayor popularidad. Naturalmente, no poseen pantallas con resolución 2K, ni los procesadores más rápidos, ni cámaras de 20 Mpx con estabilizador óptico. Está claro que juegan en otra liga pero los terminales low cost permiten a sus dueños disfrutar sin problemas de las mismas funcionalidades, aplicaciones y juegos sin necesidad de rascarse los bolsillos más de lo necesario. En concreto, 150 euros como mucho. Ese será el límite de nuestra compra y aquí van cinco móviles que van de lujo por ese precio. O incluso por menos.

1. Moto E 4G

Al igual que Nokia, Motorola no vio venir lo que se le venía encima cuando el 29 de junio de 2007 el iPhone se puso a la venta. De hecho, la compañía norteamericana, toda una referencia en el sector de la telefonía móvil, ya trabajó codo con codo con Apple en un concepto similar pero finalmente optaron por tomar caminos diferentes. Grave error. Desde Motorola se pensó que las pantallas táctiles eran una moda pasajera y cuando finalmente trataron de engancharse al tren de una de las mayores revoluciones tecnológicas de la historia de la humanidad ya fue demasiado tarde. La compañía fundada por Steve Jobs y Samsung ya dominaban el mercado de los smartphones. Acuciada por una pésima situación financiera, Motorola fue finalmente adquirida en agosto de 2011 por Google, la empresa que había sido responsable de la expansión de los smartphones a escala planetaria gracias a su sistema operativo Android. El destino suele tener un cruel sentido del humor. El caso es que ya bajo la batuta de la empresa del buscador, Motorola renació de sus cenizas gracias a un teléfono que se comportaba con la misma fluidez que un iPhone pese a no contar con un hardware de última generación. Su secreto consistía en albergar una versión de Android prácticamente puro, sin las pesadas capas que los fabricantes de relumbrón solían poner a sus teléfonos para diferenciarse de la competencia. Las constantes actualizaciones de su sistema operativo, hasta ese momento un lujo exclusivo de los Nexus de la propia Google, y su precio de unos 200 euros convirtieron al primer Moto G en todo un superventas desde su lanzamiento a finales de 2013. Y, lo más importante, creó tendencia.

Motorola, ya en manos de Lenovo tras comprársela a Google a precio de saldo en enero de 2014, rizó el rizo cinco meses después con su Moto E, un smartphone de gran calidad por poco más de 100 dólares. No fue tan popular como el Moto G ya que tenía muchas carencias y, por un poco más de dinero, muchos futuros compradores optaban por el buque insignia de la gama media. Pero eso está a punto de cambiar. La compañía norteamericana puso a la venta la semana pasada su nuevo Moto E 4G, una actualización de su móvil más básico con el que ya podemos navegar a la máxima velocidad gracias a su compatibilidad con las redes LTE. También ha visto incrementado ligeramente el tamaño de su pantalla respecto a su antecesor pasando de las 4,3 a las 4.5 pulgadas con resolución qHD (960 x 540 píxeles) y capa protectora Gorilla Glass 3. Asimismo, su autonomía se ha visto ampliada gracias a una batería de 2.390 mAh, lo que le otorga, según el fabricante, hasta dos días de uso sin necesidad de recargarlo con un uso moderado. Eso habrá que verlo.

En cualquier caso, no encontraremos muchos móviles mejores por 129 euros, pese a su gran talón de Aquiles: la ausencia de flash en su cámara de tan solo 5Mpx, algo que echara para atrás a más de un posible comprador, por mucho que su apertura focal sea de 2'2, al depender exclusivamente de la luz natural y artificial a la hora de sacar sus fotos. Pese a este fallo garrafal en un mundo bajo el dominio de Instagram unido a su ausencia de NFC, tenemos ante nosotros un producto rompedor gracias a su 1GB de memoria base y su procesador Qualcomm de 64 bits Snapdragon 410 Quad-Core a 1,2 GHz. Potencia más que suficiente para mover con soltura toda clase de aplicaciones y juegos gracias a que también incluye Android 5.0 Lollipop, la última versión del sistema operativo de Google. También hay que destacar su memoria interna interna de 8GB, ampliables mediante microSD hasta 32GB, así como su cámara VGA para videoconferencias. Desde luego, no hay muchos móviles que den tanto por tan poco dinero. Motorola sigue viva y, visto lo visto, con una salud envidiable.

2. Lumia 535

Nokia también puso su particular granito de arena a la hora de cambiar para siempre la tradicional mala imagen de la gama baja. Y lo hizo en febrero de 2013 con el Lumia 520 que se convirtió en un auténtico superventas ya que por solo 100 euros sus dueños podían experimentar en sus teléfonos una fluidez de manejo muy similar a la de los buques insignias de la competencia que valían seis veces más. Naturalmente, su arma secreta para lograr tal hazaña era Windows Phone 8, especialmente adaptado para funcionar con soltura en el hardware más humilde. Este móvil fue el particular caballo de Troya de la compañía finlandesa para popularizar el sistema operativo de Microsoft. Consiguió en parte su objetivo ya que en su momento no tenía rival en calidad-precio pero no fue suficiente para la expansión definitiva de una plataforma que no termina de ganar terreno a iOS y Android en el sector de la telefonía móvil.

Ahora, Microsoft, que se hizo el 25 de abril de 2014 con la división móvil de Nokia, lanza al mercado una versión actualizada de tan emblemático móvil y, como sucediera con el 520, tampoco tiene rival en la gama baja. El Lumia 535 ofrece por tan solo 119 euros una pantalla de cinco pulgadas con resolución qHD (960x540 píxeles) dentro de un panel IPS. Asimismo, cuenta con un Qualcomm Snapdragon 200 de cuatro núcleos que funcionan a 1,2GHz. No es el mejor procesador del mercado pero permite mover con soltura Windows Phone 8.1 gracias, sobre todo, a su memoria base de 1GB, lo que le diferencia de sus antecesores que solo contaban con 512MB. Su capacidad de almacenamiento es un poco justa con tan solo 8GB, aunque permite utilizar tarjetas microSD, de hasta 128GB, y Microsoft regala 15GB en OneDrive, su nube particular. De sobra para el usuario más exigente. Su batería es de 1905 mAh, lo que permite que el teléfono nos dure un día sin tener que enchufarlo a la toma de corriente pese a que tiene que alimentar una pantalla más grande. Pero este móvil no solo es atractivo por dentro. También por fuera, con un diseño muy redondeado y en seis colores, algunos muy llamativos como el verde, el cyan o el naranja.

Como no podía ser de otra forma tratándose de un Lumia, estamos ante un móvil que da mucha importancia al aspecto fotográfico. Pese a tener una cámara de tan solo 5 mpx, los resultados son de lo más satisfactorios gracias a la calidad de su lente de 28 milímetros con apertura f/2,4 y enfoque automático, además de su sensor con tamaño 1/4. Asimismo, y a diferencia de otros terminales como el nuevo Moto g, el 535 incorpora flash, lo que garantiza buenas fotos de noche y en ambientes con luz artificial. Lo que si llama la atención es que su cámara delantera, un gran avance respecto al 520 que carecía de ella, posee la misma resolución que la trasera. Asimismo, está especialmente diseñada para hacer selfies gracias a que incorpora un gran angular. Casi nada. Como suele ser habitual en los terminales low cost, siempre hay un pero que destacar. En el caso de este Lumia es que carece de 4G, aunque existe la posibilidad de adquirir una versión con Dual SIM, lo que es ideal para compatibilizar la línea telefónica del trabajo con la personal sin necesidad de llevar dos terminales distintos en el bolsillo. Tampoco nos olvidemos de que en la tienda de Microsoft todavía faltan aplicaciones de lo más populares que sí se encuentran en las de Apple o Google, algo que echará para atrás a muchos potenciales compradores que no están dispuestos a renunciar a sus apps favoritas. Todo ello puede cambiar cuando el teléfono se actualice a Windows 10, que permitirá que la misma aplicación sirva para el móvil, la tableta y el ordenador. Una convergencia de lo más interesante para los intereses de desarrolladores y empresas. Microsoft va a seguir dando mucho de qué hablar en el sector de la telefonía móvil y este teléfono es una buena muestra de ello.

3. Huawei Ascend G620s

Nadie puede dudar a estas alturas de la película que los chinos están haciendo muy bien las cosas en el competitivo sector de la telefonía móvil. Tanto es así que gigantes de la talla de Apple o Samsung están mirando con recelo esta callada pero incesante invasión de marcas chinas, que han logrado desterrar la idea de que en ese país solo se producen copias malas de los buques insignia de las compañías occidentales. Precisamente, Huawei, una de las empresas que más vende dentro y fuera del gigante asiático, posee desde finales de 2014 un teléfono que se ha convertido en toda una referencia en la serie low cost. El Ascend G620s, la evolución natural del Huawei Ascend G630, cuenta con el mismo procesador que el nuevo Moto E, por lo que también es 4G, y su arquitectura de 64 bits le permite aprovechar las excelencias técnicas de la nueva versión 5.0 de Android. Asimismo, posee 1GB de Ram con lo que no habrá problemas de memoria a la hora de desenvolverse con soltura y sin los temidos lags, que parecen ya cosa del pasado incluso en este tipo de teléfonos a un módico coste. Asimismo, incorpora NFC, un tipo de conexión que no suele ser nada habitual en esta gama de entrada.

Las mayores diferencias con el teléfono de Motorola radican en que su correcta cámara de unos solventes 8Mxp cuenta con flash, lo que permite que en interiores podamos hacer fotos con un mínimo de garantías. También incorpora una cámara delantera de 1,9 megapíxeles que, al igual que la trasera, puede grabar video en formato 1080p. Asimismo, su pantalla es de 5 pulgadas con resolución HD (1280 x 720 píxeles), lo que mejora, y mucho, lo visto en los teléfonos de Motorola y Microsoft. Pese a ser un teléfono de entrada en el mundo de los smartphones, está dotado de un altavoz que se caracteriza por su volumen y nitidez, algo de agradecer ya que es un elemento al que muchas compañías no le dan importancia a la hora de confeccionar sus terminales, lo que suele provocar que sea imposible escuchar música si no es con auriculares. Lo mismo pasa con la batería, el punto flojo de muchos celulares. En este caso, la del Ascend está realmente optimizada pese a ser de tan solo 2000 mAh para alimentar a una pantalla de cinco plgadas. Pese a lo que pudiera parecer, nos permitirá llegar sin problemas al día de uso sin necesidad de cargarlo con lo que se convierte en una de sus mejores características.

Las únicas pegas que se le pueden poner son un diseño algo sobrio con líneas cuadradas y planas que parece estar en las antípodas de los gustos actuales. Eso sí, cabe destacar sus escasos 8,5 milímetros de grosor y el uso de un policarbonato que imita en su parte trasera a la piel como sucede en el Samsung Note 4, un recurso que le da cierto aspecto premium. También habrá quien no le guste nada su poco atractiva capa de personalización, la Emotion UI, que esconde la versión 4.4.4 kitkat con la que viene de serie. Nada que un buen launcher de la Play Stores no pueda solucionar. Otro de sus puntos débiles es su peso de 160 gramos, aunque a muchas personas les gusta notar que llevan un teléfono en la mano ya que les da cierta sensación de robustez. Lo que ya es imperdonable es que Huawei haya decidido que el G620 se carezca de protección para una pantalla con una luminosidad y definición excelentes. En ese sentido, se hace casi imprescindible colocar un protector de pantalla evitar rayones innecesarios. Una pena. Está claro que algo tenían que sacrificar para que el precio no se disparase más allá de los 140 euros ya que la mayoría de sus características corresponden a un gama media. Una prueba más de que en China pisan fuerte.

4. Galaxy Core Prime G360F

Pese a ser una marca tan mediática, Samsung ha lanzado el Galaxy Core Prime G360F sin hacer apenas ruido, como sin querer. Y es que con tantos móviles que presenta al año la multinacional coreana, es lógico que al final se solapen los unos a los otros. Pero no nos confundamos. Este no es un smartphone cualquiera. Se trata de un modelo con el que pretende recuperar el trono de la gama baja donde hace unos pocos años era el rey indiscutible. Pero un creciente número de clientes comenzaron a estar cada más insatisfechos con unos teléfonos de un hardware muy básico que no podían mover con soltura TouchWiz, la pesada carga de personalización que los asiáticos envuelven al sistema operativo de Google. Hartos de lags y bloqueos traicioneros, los usuarios abandonaban sus móviles en un cajón para comprarse celulares de otras marcas. Esto ha provocado que LG, su gran adversario en Corea y fuera de ella, Motorola, Nokia y las compañías chinas de nueva creación hayan encontrado en los celulares low cost su particular chollo ante una Samsung que era incapaz de poner orden en su galaxia. Todo esto va a acabar con el Galaxy Core Prime G360F, su primer móvil de gama de entrada con un procesador realmente potente ya que es el mismo que el que lucen los smartphones de Motorola y Huawei ya mencionados.

También posee 1GB de RAM y gráfica Adreno 306, lo que permite mover con ciertas garantías Touchwiz y la versión KitKat de Android, de modo que sus clientes tienen al final una experiencia de uso similar a los poseedores de galaxys más caros. También su placa base permite a sus dueños disfrutar del 4G, lo que no suele ser habitual en este tipo de móviles de precios ajustados, además de incorporar NFC que, como podemos comprobar, es un componente de lo más prescindible para los fabricantes a la hora de ahorrar costes pese a su gran futuro como método de pago sustituyendo a la tarjeta de crédito. Asimismo, cuenta con una memoria interna de 8GB, ampliables con tarjetas MicroSD de hasta 64 GB. Lo habitual en estos casos y que suponen todo un alivio para que las fotos y las canciones mp3 no ahoguen la memoria principal del teléfono. Asimismo, incorpora una doble SIM para poder compatibilizar diferentes líneas sin cambiar de móvil, además de contar con un diseño de lo más atractivo gracias a su marco metalizado y su estilizada figura con solo 8,8 mm de grosor. Sus 4,5 pulgadas de pantalla TFT permiten que sea de lo más manejable, aunque cabe destacar una resolución demasiado comedida de tan solo 480x800 puntos. Sus 207 puntos por pulgada resultarán insuficientes para más de un futuro comprador aunque tenga la calidad que distingue a los productos de Samsung.

La buena noticia es que esta pantalla sin mucha resolución permitirá que su batería de 2.000 mAh intercambiable, otra de las grandes ventajas de la familia galaxy, llegue al final del día sin muchos problemas. Como se puede apreciar, el Galaxy Core Prime G360F incorpora muchas características internas del Moto G, aunque existe una gran diferencia entre ambos. La cámara de 5Mpx del móvil de Samsung, con enfoque automático y capacidad de grabación de vídeo de hasta 720 píxeles a una velocidad de 30 fotogramas por segundo, incorpora flash, algo que muchos usuarios del teléfono de Motorola seguro que echarán de menos a la hora de inmortalizar sus reuniones sociales en interiores. También cuenta con un buen objetivo delantero de 2Mpx, ideal para poder hacer los famosos selfies. Y no hay que olvidar que pese a tratarse de un celular low cost, Samsung siempre incorpora lentes capaces de realizar buenas fotos, lo que supone un aspecto diferenciador de lo que ofrecen otras marcas por el mismo precio. De hecho, el celular se puede encontrar en la tienda online de Samsung por 139 euros, una cifra muy atractiva teniendo en cuenta todas sus características, unidas a la garantía que ofrece la multinacional coreana a sus productos.

5. Sony Xperia E4g

Sony también quiere sumarse a la fiesta de la gama de entrada del sector de los smarthphones. Y lo necesita. Pese a que sus ventas en España son muy buenas, de hecho es el segundo fabricante preferido en estos lares, en el resto del mundo las cifras son más bien pobres si las comparamos con otras compañías como Apple, Samsung, LG o Huawey. Tanto es así, que en las últimas semanas se había rumoreado con que la multinacional japonesa se iba a desprender de su división móvil como antes hizo Motorola o Nokia. Finalmente, Kaz Hirai, máximo responsable de la compañía nipona, ha tenido que desmentir todas esas informaciones y el Sony Xperia E4g parece confirmar sus palabras. Se trata de un móvil especialmente diseñado para convertirse en un auténtico superventas, ya que sobre el papel es todavía más atractivo que el Moto E y por el mismo precio: 129 euros. Lo más destacado es la posibilidad de acceder a las redes 4G, lo que permite que naveguemos a alta velocidad. Todo ello gracias a un procesador un Mediatek MT6732, con cuatro núcleos a 1,5GHz, distinto al Snapdragon 410 empleado por sus adversarios de esta gama y que permite a Sony ajustar su precio. Pero no nos confundamos. Además de tener una arquitectura de 64 bits, las pruebas aseguran que es algo más rápido que el chip de Qualcomm. Asimismo, incorpora 1 GB de memoria RAM, algo que ya es imprescindible incluso en los móviles low cost.

Respecto a su pantalla, es de 4,7 pulgadas, un tamaño considerado por muchos usuarios como perfecto ya que permite ver sin necesidad de afinar la vista todo tipo de contenidos multimedia utilizando una sola mano, algo que los dueños de móviles más grandes echan de menos. Cuanta para ello con un buen panel IPS con una resolución qHD de 960x540 píxeles, con lo que alcanza una más que aceptable densidad de 234 puntos por pulgada. Asimismo, incorpora una cámara de 5mpx de calidad Sony y con flash, otro punto a favor respecto al móvil de Motorola, además de poder grabar vídeos a una definición de 1.080p. También incorpora una lente en su frontal de 2Mpx, más que suficiente para videoconferencias y selfies varios, así como un sistema automático de reconocimiento de escenas para que solo haya que disparar sin preocuparnos de los ajustes de las cámaras.

Tampoco debemos renunciar como en otros teléfonos de esta gama a la conexión NFC, lo que le aporta un plus que será apreciado por muchos usuarios. La batería es de 2.300mAh, que unido a Stamina, su famoso sistema de ahorro de energía, debería asegurarnos como mínimo una jornada de autonomía sin pasar mayores agobios. Es más, Sony asegura que podremos utilizarlo incluso 2 días con un uso normal, con más de 12 horas en conversación. Habrá que verlo. Asimismo, y como suele ser habitual en este tipo de móviles, la memoria se queda en 8GB aunque también nos permite ampliarla a 32 GB mediante tarjetas microSD. El único defecto que parece tener este teléfono, si nos olvidamos de sus casi 11 centímetros de grosor y que salga con Android 4.4.4 KitKat de serie, es que hay que esperar hasta abril para comprarlo en los dos colores en los que estará disponible: negro y blanco. Si no se tiene excesiva prisa en cambiar de móvil, nos encontramos ante un terminal que ofrece mucho por muy poco. Algo que cada vez será más habitual en la gama de entrada debido al constante abaratamiento de los componentes. Seguro que dentro de poco vemos móviles por menos de 100 euros con el mismo hardware utilizados hoy por los distintos fabricantes en sus buques insignia. Solo es una cuestión de tiempo. Lo que está claro es que estos cinco móviles nos demuestran que no hay que gastarse un montón de dinero para tener un aparato que nos permita hacer muchas más cosas que llamar a nuestros seres queridos. Y con solvencia.

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