Triana: «Lamento haber dejado el bolso en su coche. No quise meter a Raquel en un lío»

Raquel no sabía nada. Con estas palabras Triana Martínez, la hija de la autora confesa del crimen de Isabel Carrasco ha exculpado a su amiga Raquel Gago, la agente de la Policía Local y la tercera mujer en el caso.

A preguntas del representante del Ministerio Fiscal, Triana ha asegurado que le dejó el bolso en su coche porque le pesaba mucho aunque nunca le dijo que le dejaba algo. Se lo dejé en el suelo un poco metidín porque me imaginaba lo que podía tener aunque no lo había mirado. En este punto, Triana aseguró haber lamentado haber dejado el bolso allí.

"Siento haber hecho eso. No tenía intención de meterla en un lío porque pensaba volver en el momento pero no pude". Es más, a preguntas del abogado de Raquel Gago, Triana ha asegurado sentir pena al ver a la agente sentada en el banquillo de los acusados porque "la metí en un lío por dejar el bolso en su coche". Triana aseguró que no le comentó ni la intención que tenía su madre de matar a Isabel.

La imputada aseguró que tenía una relación estrecha con Raquel, pero no sabía nada sobre sus parejas sentimentales y remarcó que nunca habló con ella de armas y que no entiende cómo pueden pensar que hubiesen realizado seguimientos a Isabel Carrasco.

Raquel es buena, una persona maja y tímida, señaló Triana, que no entiende cómo las acusaciones pueden pensar que las tres mujeres realizaron seguimientos de Isabel Carrasco para planear su crimen.

Su madre le pidió que mirara armas, buscó alguna, pero luego le dijo que no matara a Isabel por ella

Triana Martínez ha recogido este miércoles el testigo de su madre Montserrat González durante la segunda sesión de la vista oral del juicio en el que se juzga el crimen de Isabel Carrasco respondiendo a las preguntas del representante del Ministerio Fiscal.

La joven se mostró especialmente nerviosa, con la voz temblorosa. Durante su testimonio recordó cómo el 12 de mayo de 2014 quedó con Raquel Gago para tomar café en su casa, en donde estuvieron hablando "de un problema que había tenido su padre tras sufrir un golpe con su vehículo" y quedaron para verse por la tarde.

Posteriormente, según relató, se dirigió con su madre hasta el chaflán de San Marcos con Rua de la Vega para comprar un regalo porque "el lunes siguiente era el cumpleaños de mamá" y posterirmente ir a Carrizo. "Fui a Adam's, a Diéguez, miraba unas zapatillas, un pañuelo, no sabía lo que quería", relató Triana, que recordó que no lo contó en su primer testimonio "porque no me lo preguntaron". Asegura que llevaba ropa de abrigo porque hacía un día bochornoso.

"Aunque tenga los ojos negros siempre llevo gafas", también contó Triana, que advirtió que no vio que su madre llevase dos cazadoras, ni el revólver, ni una navaja. "No sé por qué sacó esa ropa. Yo muchas veces llevo dos cazadores finas. Es una manera de vestir".

En ese momento, Triana reconoció los dos bolsos en los que apareció el arma. "Me lo había prestado Raquel y lo llevaba porque me gustaba mucho". Posteriormente, mi madre le dijo que iba a caminar mientras ella echaba un vistado para comprar su regalo.

Triana reconoció que su madre ya le había dicho que quería matar a Isabel Carrasco e incluso le pidió mirar armas. "No me esperaba eso. Yo apunté modelos porque fue lo que me dijo. Pero a los pocos días yo hablé con ella y le dije que eso no podía hacerlo aunque fuera por mí que no buscará ese problema. Yo no quería matar a Isabel Carrasco".