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J. MOLLEJO
Miércoles, 20 de julio 2016, 16:47
El empresario murciano Trinitario Casanova, presidente del Grupo Baraka, se ha convertido en el principal agitador del mercado inmobiliario de Madrid con sus últimas operaciones, lo que le ha llevado a ser calificado por algún medio como "el empresario del momento".
El promotor, afincado en la Región, aunque nacido en Orihuela, ha saltado en estos días a las portadas de todos los diarios nacionales por la compra a Wanda, por 265 millones, del emblemático edificio España, tras el culebrón protagonizado entre el grupo chino y el Ayuntamiento de Madrid en relación a su reforma.
Sin embargo, apenas unos meses antes, el 'holding' de Casanova, Baraka, se había hecho con el control de uno de los principales desarrollos urbanísticos en el norte de Madrid, en la zona de Valdebebas, junto a la Ciudad Deportiva del Real Madrid.
La operación se llevó a cabo a través de la adquisición de Parque Empresarial El Olivar, que se encontraba en concurso de acreedores, y de cuya deuda de unos 35 millones de euros se ha hecho cargo el Grupo Baraka. Esta sociedad suma terrenos con una edificabilidad de 114.000 metros cuadrados repartidos en ocho zonas residenciales y una comercial e industrial, según informó 'El Confidencial'. La entrada en acción de Trinitario Casanova permitirá desbloquear el desarrollo de esta zona, una de las caras del norte de Madrid.
Las aventuras inmobiliarias de Casanova por la capital de España no quedan sin embargo ahí. A principios de año el promotor llevó a cabó una jugada de Monopoly en el corazón de ciudad que también se hizo hueco en los diarios de la capital española.
En apenas un mes, el empresario obtuvo unas ganancias de unos nueve millones de euros. En diciembre de 2015 adquirió en subasta un bajo en el número 44 de la Gran Vía, perteneciente a una antigua oficina de Bankia, lo completó con la compra de la primera planta, y un mes después vendió el paquete al fondo estadounidense Hines, que buscaba locales en la capital de España con destino a la apertura del primer restaurante en Europa de la cadena de hamburgueserías Five Guys.
Barcelona y Marbella
Superviviente de la crisis del ladrillo y astuto empresario para ver las oportunidades de negocio y adelantarse a la competencia, Casanova es uno de los promotores más activos en el actual resurgir del mercado inmobiliario.
En febrero del pasado año también se hizo con la sede comercial de Peugeot en Madrid, por la que pagó unos 6 millones de euros. Pero sus recientes negocios se han extendido también a otras zonas del país con potencial económico.
En abril de 2015 compró las instalaciones de la multinacional francesa Alstom en Santa Perpetua de Mogoda, cerca de Barcelona. El complejo incluye 22 edificios, abarca una superficie de 370.000 metros cuadrados y la operación se valoró en su día en unos 60 millones de euros. El Grupo Baraka se aseguró por contrato la continuidad de la fabricante francesa de transporte ferroviario durante diez años en dichas instalaciones en régimen de alquiler.
Y en septiembre de ese mismo año se anunció otro negocio millonario del empresario murciano en Marbella, con la inversión de 20 millones de euros en la compra de un edificio comercial en Puerto Banús y su remodelación para destinarlo a tiendas de moda y de artículos de lujo.
Esa es su especialidad: comprar a buen precio, aportar valor al producto y vender con beneficios. Es lo que hizo con el negocio con el que se dio a conocer en la Región: el complejo turístico de La Zerrichera, en Águilas. Casanova, por entonces propietario del Grupo Hispania, adquirió los terrenos y promovió el proyecto, que preveía la construcción de 4.000 viviendas, en 2004; dos años después logró que le recalificaran el suelo, a pesar de que una parte gozaba de protección ambiental, y se lo vendió todo a La Kutxa por 128 millones. El escándalo vino más tarde, con la anulación de la recalificación y un juicio aún pendiente en el que están imputados varios ex altos cargos del PP.
Nuevo grupo
En 2008, al inicio de la crisis, volvió a demostrar su olfato al traspasar el Grupo Hispania a José Ramón Carabante por unos 650 millones.
Actualmente preside el Grupo Baraka, en el que agrupa todos sus negocios, desde los inmobiliarios y comerciales a los de construcción, las inversiones bursátiles y las explotaciones agrícolas. Entre ellos destaca Trabis, una empresa especializada en la edificación de centros comerciales y supermercados llave en mano y que ha trabajado en toda España para Aldi, Lidl, Mercadona y Consum. Casanova cuenta incluso con una promotora de conciertos, Proyecto Spain, y una fundación que organiza actividades sociales, culturales y benéficas.
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