Avilés se mantiene como cuarto puerto pesquero tras Vigo, Cádiz y La Coruña

Los puertos españoles recibieron durante el pasado año un total de 242.034.000 kilos de pescado fresco, un 4,09 por ciento más que en 2005, periodo en el que se alcanzó una entrada de 232.527.000, según el informe anual de Puertos del Estado hecho público el viernes.

Los datos de 2006 reflejan un incremento generalizado de actividad, en lo que destacan los puertos de Huelva, con 2.942.000 kilos, un 58,77 por ciento más, y Gijón, con 11.996.000 kilos y un 41,76 por ciento de subida. Asimismo, registraron aumentos porcentuales importantes los de Málaga con 1.885.000 kilos, un 40,88 por ciento más, y Pasajes, con 11.266.000, el 32,26 por ciento. Por el contrario, redujeron descargas Pontevedra, con un 27,36 por ciento menos, al pasar de las 5.040.000 kilos a 3.661.000, y Las Palmas con el 23,66 por ciento y 4.400.000 kilos. Vigo ratifica un año más su liderato con 91.992.000 kilos, seguido de La Coruña con 30.75.000, y Bahía de Cádiz (que suma la actividad de cinco puertos), con 21.658.000. Avilés, que descargó y subastó en su lonja 14.205.000 kilos y anota una caída del 16,44 por ciento, se mantiene como cuarto puerto pesquero en el registro del ente público Puertos del Estado.

Un dato que llama poderosamente la atención es el relativo a los dos puertos asturianos. Avilés y Gijón totalizan 26.200.000 kilos de pescado fresco -14.205.000 para uno y 11.995.000 para el otro- dato que los sitúa en tercer lugar tras Vigo y La Coruña, y por delante de Bahía de Cádiz y Pasajes. Y llama la atención porque no se corresponde con la realidad en lo que es actividad de sus respectivas lonjas. Afirmación que se justifica en los datos de la Dirección General de Pesca del Principado de Asturias, organismo que controla la actividad de las dieciocho lonjas que se reparten a lo largo del litoral desde Bustio a Figueras, y de cuyo balance informó este diario el pasado día 7.

Según la administración regional de pesca, las lonjas asturianas subastaron 18.183.081,19 kilos de pescado y marisco fresco por importe de 45.079576,62 euros y de los que 14.116.347,92 kilos, por importe de 27.579.418,04 euros, correspondían a la lonja de Avilés, que asume el 77,57 por ciento del volumen de subastas y el 60,9 de su valor en primera venta, y 3.028.841,78 kilos, por valor de 9.053.966,53 euros, a la lonja de Gijón. Cotejando los datos de Puertos del Estado y de la Dirección Regional de Pesca no hay coincidencia respecto a la actividad que desarrolla Lonja Gijón. Le faltan 8.966.158, 22 kilos para que se igualen una y otra estadística.

Plataforma logística

¿Qué sucede? Qué el puerto gijonés es plataforma logística para una flota foránea, en este caso la de Cillero (Lugo), en particular, y de otros puertos pesqueros gallegos en general. Flotas de arrastre en sus dos modalidades que faenan en el caladero Cantábrico Noroeste que es franja con el litoral asturiano y que en vez de descargar en sus puertos base lo hacen en Gijón, transbordan las capturas a camión y las llevan a subastar a la lonjas en que están basados a cambio de dejar algo para vender en Lonja Gijón, que rara vez supera el uno por ciento de las capturas del día. Negocio redondo, único en el litoral español, a cambio prácticamente de nada. Y así desde hace siete años.

Repasando lo que son la frialdad de las cifras que anotan las estadísticas, los más de 26 millones de kilos de pescado que movieron Avilés y Gijón durante el pasado año proyectan un balance que en poco tienen que ver con la realidad. Una realidad que día a día se hará más dura por dos razones: Asturias pierde flota y aún perderá más si se mantiene la amenaza de los catorce armadores que forman la sociedad Lonja Avilés en seguir subastando fuera si no se hacen con la gestión y control de la nueva lonja climatizada de Avilés. Son veintidós barcos, la mayoría palangreros/volanteros que faenan en el caladero de la Unión Europea -entiendase en que no anotan cuota de capturas en el nacional-, y que su actividad se centra en la pesquería de mayor rentabilidad como es la de merluza y pescadilla.

En 2006, se pesaron en los dieciocho lonjas 2.045.395,27 kilos por valor de 12.036.599,40 euros, lo que la hace primera pesquería en valor y cuarta en volumen de capturas tras la xarda, sardina y bonito. Dato que traspolado al complejo pesquero de Avilés se fija en 1.682.359,92 kilos y 10.081.319,18 euros. A nivel regional representa el 26,70 por ciento del total y un 36,55 en el caso de nuestro puerto. Su marcha se dejará sentir, si bien una parte de esa flota, barcos mayores de 100 TRB, hace años que apenas, algunos ni una sola vez, subastan en puerto asturiano y sí en Burela, La Coruña o Ribeira, caso este último de un arrastrero. Siendo esta razón preocupante, lo es aún más la política que de un tiempo acá viene desarrollando la Dirección General de Pesca del Principado.

Críticas

Una gestión en la que sí coinciden en criticar como desacertada todas las flotas: artesanal, cerco/polivalente, arrastre y palangre/volanta. Un ejemplo sería que cinco barcos causaron baja en el censo regional a lo largo de los últimos doce meses. Fueron vendidos para Galicia, Cantabria y País Vasco y dicen mucho de la desafortunada gestión de la dirección regional. Se fueron cinco (tres cerqueros y dos arrastreros) a los que se podrían sumar otros en breve.

Algo no funciona cuando las otras tres comunidades del Cantábrico suman flota y aquí se restan barcos. Asturias, que tiene el caladero más rico por variado, la más amplia plataforma continental, con una flota moderna por renovada y ajustada a ese caladero, entró en barrena. Realidad que hay que contemplar desde la desafección de responsabilidades de unos, el cansancio de otros que abandonan ante la falta de estímulos, que define el presente y complica un futuro. Al dato estadístico hay que remitirse. No hay otra realidad.