1.000 euros extra al mes por la gestión de la obra de la residencia de Felechosa

José Manuel Fernández dijo en su declaración que ignoraba cómo se llevó a cabo la adjudicación de la obra del geriátrico de Felechosa -cuenta que el que más opinaba era el arquitecto, Manuel Sastre-, y que el Montepío de la Minería iba a cobrar una subvención del 100% de la obra -según sus cuentas, serían del 40%- pero recibía 1.000 euros al mes por las gestiones de su despacho del geriátrico. Su tarea, explicó ante los fiscales era realizar el informe de viabilidad y presentar las facturas y las certificaciones al Instituto para la la Reestructuración de la Minería del Carbón y Desarrollo Alternativo de las Comarcas Mineras (IRMC) para cobrar la ayudas.

A Anticorrupción y a la jueza del Juzgado de Instrucción número 3 de Oviedo, Begoña Fernández, no les cuadra que fuera el encargado de hacer el estudio de viabilidad, que desconociese la subvención y que, sin embargo no pusiera trabas a la construcción de la residencia. «Decían que tenían ya 400 peticiones de plazas y la residencia iba a tener 200. Así se financiaba», explicó. Además, existía un crédito puente de la Caja de Ahorros de 248.000 euros que utilizaron como anticipo para comenzar la obra. «Al Montepío le costó dinero. Tuvo que devolver los créditos».

Aseguró que no recuerda las cantidades, pero le suena ver «28 millones de euros» para el proyecto. Sin embargo, según la documentación que manejan Fiscalía y el Juzgado, cruza e-mails con un responsable del IRMC en el que hablan de las subvenciones, de las facturas, de las certificaciones... En estas conversaciones mantienen un tono amistoso -incluso bromean con la celeridad con la que están llevando a cabo todo el proceso y la comparan con el piloto asturiano campeón de Fórmula 1-, e intercambian múltiple información.