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Algunos de los medios de comunicación que el pasado martes acudieron al domicilio de Villa.
«Mi padre fue minero y siempre desconfió»

«Mi padre fue minero y siempre desconfió»

Los vecinos de Fernández Villa se muestran preocupados y destacan su desmejora física. No obstante, esperan que «todos estos casos sirvan para que los que ahora entran en política estén avisados de que no se puede salir impune»

ÓSCAR PANDIELLO

Jueves, 1 de junio 2017, 01:23

Con el nuevo golpe judicial a la antigua cúpula del SOMA, la presencia policial y las cámaras se han vuelto una constante en el ovetense barrio de La Florida, lugar de residencia de José Ángel Fernández Villa. Sin embargo, aunque no sea la primera vez que las miradas se vuelven hacia el exsindicalista en los últimos tiempos, vecinos y paseantes no pudieron ocultar ayer su «sorpresa» y «decepción» ante la creciente magnitud de las investigaciones. Como muestra de ello, en la terraza más cercana a su domicilio ya fue el asunto más tratado desde el primer café del día. No en vano, desde sus sillas se pudo contemplar de primer mano las preguntas formuladas tanto a la mujer como a la hija de Villa, las únicas que abandonaron el domicilio durante la jornada. «A mí no me decepciona especialmente el asunto, ya que las malas prácticas en el sindicato son algo que se lleva sabiendo desde hace mucho. Otra cosa es que nadie lo haya querido sacar a la luz hasta ahora», sostiene Juan Manuel Fernández, de 50 años, a escasos metros del portal de Villa.

Ante todo, la mayor preocupación de este vecino pasa por asegurar el futuro de las cuencas mineras, las «principales afectadas» por el presunto desvío de fondos. «Estoy convencido de que las próximas generaciones lo van a notar. El caciquismo político que ha vivido la zona y el despilfarro sin sentido que se está empezando a demostrar parece que afectará a todos», subraya. Respecto al Montepío de la Minería, ahora cuestionado desde su origen por los investigadores, Fernández es claro: «Mi padre fue minero y siempre desconfió. Aunque nunca fue de carácter obligatorio colaborar con la mutualidad, desde el primer momento se vio una falta de transparencia en la gestión y su papel, en muchas ocasiones, pareció destinado a orientar la voluntad de alguno de los afiliados mineros», opina.

Con el paso de las horas, el flujo de vecinos de Villa fue constante. Aunque prefirieron no expresarse públicamente sobre el asunto al abandonar el edificio, más de uno hizo hincapié en su desmejorado aspecto físico como consecuencia del proceso judicial. «La investigación le ha envejecido muchos años de repente. Aunque ahora se especule mucho, de momento hay que esperar a que el juez haga su trabajo», destacó uno de ellos.

En esta misma línea, precisamente, se posicionó Eva González, de 45 años. A su juicio, «todavía no se ha emitido sentencia y la presunción de inocencia está ahí». Pese a ello, la decepción acumulada a raíz de los mediáticos casos de corrupción es evidente. «Parece que todo el que llega a un cargo de relevancia le pillan con algo. Espero que todos estos casos sirvan para que los que ahora entran en política estén avisados de que no se puede salir impune», asevera. En este caso concreto, el dañó sería mayor aún por «haber usado la lucha minera para lucrarse».

Luces y sombras

Que Villa y su equipo de confianza fuesen la cabeza visible del sindicalismo asturiano durante varias décadas es, a ojos de Jesús Ángel Sánchez, el hecho más «doloroso» del transcurso de las investigaciones. «Me parece que todo personaje público cuenta con luces y sombras. Después de tantos años es triste que le estén saliendo todas las sombras de un día para otro», sostiene. Su único deseo de cara a los próximos días, añade, es que las informaciones no supongan solo la punta del iceberg. «Parece que quien quiere encontrar dinero de las arcas públicas lo encuentra donde sea», asume.

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