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Jueves, 1 de junio 2017, 01:33
La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil se llevó del registro simultáneo realizado el pasado martes en los domicilios y empresas de los cinco principales investigados, con José Ángel Fernández Villa a la cabeza, decenas de cajas y bolsas llenas de documentación, información digitalizada volcada de varios ordenadores y, lo que más ha llamado la atención, cinco vehículos propiedad de algunos de los acusados. Cuatro de alta gama y, el quinto, una furgoneta de trabajo. Concretamente, se trata de dos coches propiedad de Juan Antonio Fernández, el propietario de la constructora Alcedo de los Caballeros, que se encargó de las obras del geriátrico, y una furgoneta registrada a nombre de la propia empresa con sede en Lena. Los agentes también se llevaron el vehículo que utiliza habitualmente el arquitecto Manuel Sastre, también detenido en Lena, y otro que podría ser propiedad del exasesor del Montepío, José Manuel Fernández, con residencia en Oviedo. Ha sorprendido especialmente la decisión de los agentes de la UCO de requisar todos los vehículos de los acusados, pese a que lo que se investiga en la denominada 'Operación Hullera' no son delitos violentos, que sí justificaría este tipo de decisiones. Máxime, porque el mero registro de estos coches podría haberse hecho en el lugar en el que se encontraban, sin necesidad de trasladarlos a las dependencias de la Guardia Civil.
El operativo policial que arrancó el pasado martes de forma simultánea en la vivienda de José Ángel Fernández Villa, en los domicilios y empresas del resto de sus cómplices e, incluso, en organismos públicos, extendiéndose ayer en el Ayuntamiento de Aller, se está llevando a cabo de forma especialmente meticulosa.
«Papel por papel»
Los agentes han revisado las viviendas y las oficinas de los investigados prácticamente «cajón por cajón», incluso en aquellas estancias más personales de sus domicilios, y se han examinado casi al detalle todos los archivos que se iban encontrando en las diferentes oficinas. «Papel por papel», relataron las mismas fuentes.
El registro, que se extendió por diferentes equipamientos de Oviedo, Lena, Madrid, Valladolid y Murcia, incluyó también el volcado de material informático localizado en los diferentes registros y abandonaron cada una de las estancias con numerosas cajas y bolsas llenas de documentación intervenida. Todavía ayer, a primera hora de la mañana, agentes de la UCO seguían llegando al juzgado con cajas del registro del estudio arquitectónico de Lena.
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