Francisco Blanco, el único consejero que no había apoyado a Susana Díaz, deja el Ejecutivo regional

El pasado mes de octubre, cuando Pedro Sánchez fue destituido como secretario general, el consejero Francisco Blanco, declarado partidario suyo, recomendó en una red social la lectura de la obra 'Julio César' de Shakespeare. No hizo falta que hiciera declaraciones. A la vista de todos, y más en su propio partido, quedó en evidencia su malestar por una decisión que había liderado Javier Fernández, el hombre que le había puesto al frente de la cartera de Industria del Principado. De todos los miembros del Ejecutivo, Francisco Blanco fue el único que posteriormente no apoyó la candidatura de Susana Díaz a la Secretaría General. De hecho, se dejó ver primero en uno de los mítines de Patxi López. Después, en uno de los últimos actos de campaña de los partidarios de Pedro Sánchez. Ahora, Francisco Blanco dejará su cargo con intención de regresar a la Universidad de Oviedo, donde es profesor.

Lo incómodo de su situación en el seno del Ejecutivo resultaba evidente. En las filas del PSOE se daba por hecho desde el pasado otoño que su continuidad resultaba complicada. Es más, Blanco llegó a plantear a Javier Fernández la posibilidad de dejar la consejería hace tiempo. En pleno proceso de elección de un secretario general, se convino que no resultaba lo más conveniente abrir una crisis de gobierno. Sin embargo, ahora, pasada la votación y reelegido Pedro Sánchez como secretario general, su marcha se convertirá en un hecho. El líder del Ejecutivo autonómico sí parece dispuesto ahora a aceptar su dismisión. De hecho, el Gobierno asturiano ya tenía previsto su relevo. Francisco Blanco incluso abordó con el jefe del Ejecutivo aducir razones personales para abandonar su puesto y su intención de regresar a su puesto en la Universidad de Oviedo. Su situación dentro de la Consejería de Industria en los últimos meses tampoco había resultado cómoda. En el Ejecutivo, Francisco Blanco no fue ajeno a las tensiones y disprencias, empeñado como estaba en matener su independencia de criterio y dejar oír su opinión. Sus intervenciones en algunos actos públicos dejaron entrever esta situación.

No obstante, su marcha incrementa el enrarecido clima que se vive en las filas socialistas tras las primarias. A pesar de las llamadas a la unidad realizadas tanto por los partidarios de Pedro Sánchez como por la Federación Socialista Asturiana y del acuerdo para que las tres candidaturas a la Secretaría General se repartan los representantes en el congreso, la tensión permanece. Ayer, Pedro Sánchez hacía pública su intención de formar una ejecutiva al margen del poder territorial de los barones, el más destacado de ellos Javier Fernández, aún presidente de la gestora que ha dirigido el partido durante los últimos meses. Frente a él, los partidarios del nuevo secretario general preparan ya una candidatura para el congreso regional.

El consejero tenía prevista en su agenda de hoy una comparecencia en la Junta General en la que tiene que afrontar las preguntas de la oposición.

Francisco Blanco (Gijón, 1969) es licenciado en Administración y Dirección de Empresas y Doctor en Economía y profesor titular del área de Economía Pública en la Universidad de Oviedo. Su trayectoria como investigador ha estado centrada en la hacienda pública y los sistemas de pensiones, temas sobre los que ha publicado distintos trabajos. Fue director general económico-financiero del Ayuntamiento de Gijón entre 2007-2011 y portavoz del PSOE en la Comisión de Hacienda entre 2011 y 2015. Secretario de Desarrollo Socioeconómico y Programas de la Federación Socialista Asturiana, coordinó el programa electoral para las elecciones autonómicas de 2015. Tras la victoria de Javier Fernández, asumió la cartera de Industria en sustitución de Graciano Torre, uno de los veteranos que abandonaba su cargo para renovar el Ejecutivo. Sin embargo, las discrepancias dentro del partido en torno a Pedro Sánchez pronto dejaron de manifiesto que el consejero mantenía su repaldo al secretario general, de quien había sido uno de los más firmes defensores la campaña que convirtó a Pedro Sánchez en líder de los socialistas en 2014. De hecho, de todos los miembros del Ejecutivo fue el único que se mostró crítico con la destitución la destiticuón y también el único que respaldó un candidato distinto a Susana Díaz. Solo la delicada situación interna, con Javier Fernández al frente de la gestora, retrasó su adiós. Ahora, el único verso libre dentro del Consejo de Gobierno del Principado, será el primer consejero en dejar el Ejecutivo esta legislatura.