Austeridad, ajuste del gasto corriente y el empleo como ejes

«Austeridad y racionalización del gasto» marcarán el proyecto de presupuestos para 2016, según se recoge en las normas para su elaboración que el pasado domingo anticipó este periódico. Las cuentas no contemplarán incrementos de la plantilla pública, se limitará al máximo el gasto corriente y se estrechará el control sobre transferencias y subvenciones. Todo ello con el objetivo de dar prioridad al sostenimiento de los servicios básicos -sanidad, educación y política social- y de estimular aquellas inversiones susceptibles de potenciar la reactivación.

En el caso del empleo público «no se admitirán incrementos de plantilla», con una excepción: «Que estén suficientemente justificados». En la inversión se apostará por «proyectos productivos estratégicos que contribuyan a la recuperación y la creación de empleo».