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Lourdes Pérez
Jueves, 18 de septiembre 2014, 13:41
Eduardo Torres-Dulce está hoy en Barcelona para coordinar con su equipo en Cataluña las respuestas legales a la eventual convocatoria por parte de Artur Mas del plebiscito soberanista del 9 de noviembre, que puede ser inminente, una vez el Parlament apruebe mañana, como está previsto, la ley de consultas autonómica y que será recurrida de inmediato por el Gobierno de Rajoy ante el Tribunal Constitucional.
En una entrevista con DV, el fiscal general del Estado subraya que sería "imprudente" que la Fiscalía no estuviera alerta ante los movimientos que puedan producirse y niega sentirse "incómodo" por tener que contemplar la aplicación del Código Penal para Artur Mas en el supuesto de que éste vulnerara la legalidad que le impide promover la consulta. Pero Torres-Dulce también se muestra convencido de que esa hipótesis extrema no llegará a producirse.
El fiscal general se mueve entre la firmeza - "Fuera de la ley no hay nada"- y un respeto institucional escrupuloso tanto hacia Mas como hacia los catalanes que reclaman otra relación con España. A su juicio, los miles de manifestantes de la Diada no tienen "como objetivo saltarse la ley" y advierte de "las zanjas" que pueden abrirse en la convivencia si se impone "una única forma de entender España" o "de negarla".
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