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elcomercio.es
Martes, 1 de diciembre 2015, 17:17
Paisaje y gastronomía, historia o cultura... Hay muchas razones para conocer y disfrutar Asturias y hay muchas formas de hacerlo. De Oriente a Occidente, con la mirada hacia la mar o los picos que ya exhiben las primeras nieves, las opciones para vivir el próximo puente festivo en el Principado son de lo más diversas y sugerentes, para los de aquí y para los que buscan nuevos horizontes.
En el bosque: cascada de Seimeira
Asturias tiene seis Reservas de la Biosfera, espacios que protegen por igual naturaleza y tradición. Por eso, en cualquier época del año, son una buena alternativa para conocer algunos de los rincones mejor conservados de la región. Además, recorriendo sus bosques y aldeas, se descubren gentes, comidas y lugares que no siempre aparecen en las guías más solicitadas. Un ejemplo puede ser la cascada de Seimeira, en el concejo de Santa Eulalia de Oscos. Se trata de un salto de más de 30 metros de altura al que se llega tras una ruta de cuatro kilómetros que parte del área recreativa de Pumares y avanza entre paisajes vivos salpicados de las ruinas de antiguos mazos. Es un ejemplo, pero la región está salpicada de cascadas que bien merecen una caminata.
Mirando al mar: bufones de Pría
La naturaleza también muestra su grandeza junto al Cantábrico. Un ejemplo son los bufones de Pría, entre Llanes y Ribadesella. En días de fuerte oleaje, el mar rompe con fuerza a través de las grietas abiertas en el acantilado, saliendo a la superficie con un identificativo sonido y con alturas que pueden superar los 20 metros. Las características de este fenómeno obligan a extremar la precaución: se recomienda no acercarse demasiado a las chimeneas ni al borde del acantilado.
Pueblos con identidad marinera: Cudillero, Lastres y Tazones
Hay lugares en los que la historia se respira, donde las calles, las casas mantienen el carácter de antaño y han dibujado una identidad propia. Son pueblos que necesitan una visita pausada y a pie, para dejarse impregnar por sus olores, sus sabores, su esencia. Algunos de estos pueblos tienen carácter marinero, como Cudillero, Lastres (Colunga) o Tazones (Villaviciosa), donde lanchas y casas comparten vivos colores.
Lugares de huella indiana: Boal, Colombres y Somao
El pasado emigrante de Asturias dejó su impronta en muchos pueblos de la región, que han conservado y potenciado esa característica. Y no solo manteniendo las majestuosas casonas que han puesto a lugares como Colombres (Ribadedeva), Boal o Somao (Pravia) en su propio mapa de la historia, sino promocionando y difundiendo los valores de comunidad de quienes contribuyeron al desarrollo de sus pueblos con inversiones en infraestructuras y escuelas. Esos principios, ensalzados en calles, plazas y monumentos, han dado los dos últimos premios al Pueblo Ejemplar de Asturias a Boal y Colombres.
En las entrañas de la tierra: el pozo Sotón
La cuenca minera central de Asturias merece una estancia de varios días si se quiere disfrutar al máximo de las posibilidades que ofrece para conocer una historia centenaria perfilada en torno al carbón. Cita ineludible es el pozo Sotón, en San Martín del Rey Aurelio, que lleva al visitante, ataviado cual minero, a una profundidad de entre 380 y 556 metros. Una visita al Museo de la Minería, en El Entrego, y un recorrido por el Valle de Samuño, a bordo del tren minero, son otras de las propuestas para conocer unos paisajes que se han modelado al tiempo que avanzaban las galerías.
En la capital, historia y arte: prerrománico ovetense
Oviedo invita a pasear por sus calles y buscar los tesoros de su pasado que, en gran medida, cuentan el origen de la región. Algunos de ellos, además, son emblemas del prerrománico europeo, como Santa María del Naranco, San Miguel de Lillo o San Julián de los Prados. La aproximación a la historia más antigua de la ciudad obliga también a adentrarse en la Catedral y descubrir la imaginería y orfebrería religiosas que atesora el templo
Gijón, dinamismo junto al mar
Cualquier día y con cualquier tiempo, personas de toda edad y condición conviven en el muro de San Lorenzo, que puede ser considerado uno de los rincones más cosmopolitas de Asturias. En la playa que bordea también conviven deportes de tierra, mar y aire y es casi imposible verla vacía. La plaza del Campo Valdés y la iglesia de San Pedro, el Cerro de Santa Catalina con su Elogio del Horizonte y las calles del antiguo barrio de Cimadevilla (que invitan a saborear la gastronomía del lugar) completan un dinámico recorrido urbano bañado por el cantábrico.
La Carriona, el atractivo del arte funerario
Los cementerios se han revelado como un recurso de gran atractivo turístico. Países de medio mundo incluyen ya en sus guías turísticas camposantos en los que reposan destacados personajes históricos o tienen en sus tumbas y mausoleos auténticas obras de arte. Uno de ellos es el de La Carriona, en Avilés. Considerado uno de los cementerios más bonitos de España, fue construido a finales del siglo XIX y cuenta con esculturas de prestigiosos artistas como Cipriano Folgueras o Manuel del Busto.
Dinosaurios en Colunga, calamares gigantes en Valdés
Conquistar con una misma oferta a grandes y pequeños no es fácil, pero el reto lo han superado con creces el Museo del Jurásico de Asturias (MUJA), en Colunga, y el Parque de la Vida, en La Mata (Valdés). El primero es un complejo único cuya arquitectura emula una gran huella de dinosaurio, concediba para acoger una de las muestras más completas del mundo sobre esta especie. En el ala opuesta del Principado, el Parque de la Vida guía al visitante desde las entrañas de la tierra hasta el espacio. De hecho, alberga réplicas de cohetes espaciales, un observatorio astronómico y un planetario. Además, contiene varias exposiciones de sensibilización ambiental, una muestra de calamares gigantes y especies abisales y comparte espacio con el Centro de Recuperación de Especies de la Cepesma, lo que permite disfrutar también de animales y actividades singulares como el manejo de serpientes.
La interpretación del Paleolítico
Asturias cuenta con algunos de los ejemplos más destacado del arte rupestre europeo, pero su conservación para las generaciones futuras obligas a restringir el número de visitantes anuales. No obstante, acercarse a algunas de estas creaciones del hombre primitivo es una oportunidad que no se puede rechazar. La exposición del Centro de Arte Rupestre de Tito Bustillo, en Ribadesella, ofrece una gran aproximación a unas pinturas, al igual que el Centro de Interpretación del Arte Rupestre de Candamo. Las cuevas no podrán visitarse estos días, pero se podrá acceder a una recreación fidedigna en Teverga, en el Parque de la Prehistoria. Su 'Cueva de Cuevas' reproduce la sala policromo de Tito Bustillo, el Camarín de la Cueva de Candamo y el panel número 4 del Salón Negro de la cueva de Niaux, en Francia.
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Cristina Cándido y Álex Sánchez
Rocío Mendoza | Madrid y Lidia Carvajal
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