'Rigoletto' cierra la temporada de ópera en el Campoamor

Seducción, lascivia y libertinaje se dan la mano en 'Rigoletto', el título que cierra la temporada de ópera de Oviedo, una historia en la que un noble gobierna de forma despótica, corrompe y deshonra a cuantas mujeres desea, incluso matando a sus padres y esposos. Pero la tragedia la desencadena la maldición del conde Monterone, a quien Rigoletto humilla cuando el duque de Mantua lo hace encarcelar tras haber seducido a su hija. Una maldición que es el hilo conductor de la trama.

Rigoletto, bufón resentido y cruel que da título a la ópera, sin saberlo, se convierte en el cómplice del rapto y asesinato de su propia hija, haciendo él mismo que aquella amenaza se acabe cumpliendo. Y la figura pura y virginal de Gilda, capaz de sacrificar su vida para proteger al duque, contrasta con ese inframundo sórdido y corrupto.

'Rigoletto', que se estrenó con éxito ayer en el Campoamor con las voces de Celso Albelo y Jessica Pratt en los roles principales, es la primera de las óperas que, junto con 'La traviata' e 'Il trovatore', constituyen la llamada «trilogía popular» de Giuseppe Verdi y volverá a representarse el domingo, el miércoles, el viernes (en esa ocasión, con el segundo reparto) y el sábado. Un broche de oro para la temporada.