¿Te falta alguna de estas playas por visitar?

Asturias tendrá este verano 14 banderas azules en sus playas, dos menos que el año pasado. Playa de Arnao (Castropol); Peñarronda (entre Castropol y Tapia de Casariego); Otur y Salinas (Valdés); Aguilar (Muros de Nalón); Los Quebrantos (Soto del Barco); San Juan de Nieva y Salinas (Castrillón); Luanco (Gozón); Rodiles y La Ñora (Villaviciosa); Palombina, El Sablón y Toró (Llanes) son los arenales que este año han recibido este reconocimiento, a los que hay que sumar el puerto deportivo de Gijón. Pero al margen de estos distintivos que no dejan de indicar la notable calidad de las aguas de la región y una suficiente dotación de servicios, la costa asturiana ofrece numerosas zonas de baño singulares a las que merece la pena de dedicar una visita en verano. Auténticos caprichos de la naturaleza, entre las más de doscientas playas de la región, las hay para todos los gustos. Hay muchas más, pero desde luego estas son para no perdérselas.

Playa de Gulpiyuri (Llanes)

Inevitable en todos los rankings de los útlimos años porque parece que siempre puede estar más de moda. La pequeña playa cercana a Naves en la que el agua reaparece con las mareas altas es toda una singularidad de la naturaleza. Eso sí, en los días de mayor afluencia mejor olvidarse del coche y acercarse dando un paseo por su espectacular entorno. Cerca de ella se encuentra la playa de San Antolín, una amplia zona de baño con zonas de arena y roca en la que los bañistas y aficionados al surf conviven todos los días de buen tiempo. San Antolín sí cuenta con servicios y equipamientos hosteleros. Eso sí, cuidado con las mareas en esta última. Una jornada dedicada a ambas playas puede ser todo un plan.

Playa de Torimbia (Llanes)

De unos 500 metros de longitud por cien metros de anchura, tiene una forma de concha casi perfecta. Está dentro del paisaje protegido de la costa oriental. Hace mucho tiempo que Torimbia dejó de ser aquel arenal donde prácticamente solo acudían los nudistas mientras que el resto de los bañistas se concentraban en la cercana playa de Toranda, también en Niembro. Ahora, nudistas y 'textiles' comparten el paisaje idílico de una zona de baño enmarcada en un paisaje extraordinario, su fina arena y el espectacular azul de sus aguas. Tiene acceso rodado hasta las inmediaciones a través de la localidad de Niembro. Otra alternativa para llegar hasta Torimbia es recocer la senda peatonal que pasa sobre la playa de Toranda, una opción muy recomendable para disfrutar de los paisajes de la costa llanisca.

Playa de Poo (Llanes)

Para quien busque dos playas en una, está Poo, con una zona que da a mar abierto donde el oleaje llega a ser intenso. En cambio, en marea alta el agua entra en la ensenada que forma el arroyo Vallina, creando una especie de piscina de agua salada, un remanso que atrae cada año a miles de bañistas. Con marea baja, la ensenada se transforma en un arenal. Una playa muy familiar, donde muchos padres llevan a su hijos a nadar y dotada con abundantes servicios. Muy recomendable, el paseo desde la playa cauce arriba por el río, rodeado de una zona de intenso verdor.

Playa de Ballota (Llanes)

La playa de Ballota, de carácter natural, forma una perfecta concha de 350 metros de longitud, localizada en las cercanías del núcleo de Cue, desde el que se accede por la carretera que se dirige al mirador de La Boriza, un punto desde el que se puede disfrutar de una vista espectacular. El Castru constituye un elemento identificativo de esta playa popularizada en numerosas películas, especialmente por el cineasta asturiano Gonzalo Suárez, enamorado de su luz. Cerca de ella se encuentra la playa de Andrín, con una concha de arena 240 metros de longitud.

Playa de Arra (Ribadesella)

Es la playa más oriental de Ribadesella y también más singular. Hay quien habla de ella como un auténtico balnerario natural. Eso sí, ahora tiene importantes dificultades para su acceso por los argayos, lo que ha convertido su mejora en toda una reivindicación de los riosellanos, conocedores del valor de este extraordinario enclave natural. La playa en sí es una explanada de cantos y arena, bordeada de espectaculares acantilados. Tiene una longitud de 450 metros. Incluso con la marea en malas condiciones Arra permite el baño en dos piscinas naturales protegidas por muros de pura roca. También es una zona muy valorada y frecuentada por lo aficionados a la pesca.

Arenal de Morís (Caravia)

Una playa extensa, el arenal de Morís tiene 770 metros de longitud. De ella se dice reiteradamente en las guías de viajes que es uno de los arenales más hermosos de la cornisa cantábrica. Y por algo es. El viento sopla con fuerza sobre su frente, lo que favorece la práctica del surf por lo que es frecuente ver a numerosas personas disfrutando de este deporte en sus aguas. También se suele recomendar esta playa sus inmediaciones a los aficionados a la peca. En verano recibe una gran cantidad de público, favorecido por la existencia de numerosos alojamientos cercanos y un camping. De ella surge una senda costera de 12 kilómetros que termina en la playa de La Griega.

Playa de Aguilar (Muros de Nalón)

Se trata de una playa de 640 metros longitud de arena dorada fina, rodeada de acantilados suaves y bosques. Destaca por su calidad, lo que la ha hecho acreedora cotinuada de la bandera azul. Las condiciones de sus aguas permiten fondear embarcaciones de recreo, así como la práctica del buceo y del surf. Para la práctica de este deporte cuenta incluso con escuelas cercanas. Su imagen, de día o de noche, y con cualquier tiempo, resulta espectacular. En temporada estival recibe una importante cantidad de visitantes.

Playa del Silencio (Cudillero)

Merece la pena visitarla, aunque solo sea por disfrutar del extraordinario paisaje de su acantilado asentado sobre la arena y las rocas. La longitud de la playa del Silencio, también llamada Gavieiru, es de unos 510 metros y no es muy ancha. Tiene muy poca arena ya que la mayoría de la superficie es de cantos rodados. Enclavada en el paisaje protegido de la costa occidental, ha mantenido su carácter de playa natural pese a recibir miles de visitas y para quienes aún no la conocen tanto el recorrido hasta ella como la simple contemplación de su paisaje suponen un auténtico hallazgo. Tanto, que el propio Gobierno asturiano la promociona como "uno de los lugares más bellos" de la región. Es una playa habitualmente frecuentada por los naturistas.

Playa de Barayo (Navia-Valdés)

De unos 700 metros, en el límite entre los concejos de Navia y Valdés, la Reserva Natural de Barayo está formada por el tramo final del río, dunas, marismas y una playa salvaje de arena oscura. Tiene dos tramos diferenciados de arena, la que cubre el frente de la costa y la que hace de ribera a las aguas dulces. Presume de poseer una de las arenas de grano más fino de la región. Sus aguas resultan bastante apropiadas para el baño, no excesivamente peligrosas para tratarse de una playa cantábrica. Abierta al mar, también invita a la práctica de la vela, el surf o el windsurf. También es un buen lugar para el buceo.Los últimos temporales han modificado las dunas y complicado su acceso, pero las dificultades merecen sobradamente la pena.

Playa de la Concha de Artedo (Cudillero)

Una playa popular y con una notable afluencia durante los meses de verano, pero eso no hace que sus 760 metros pierdan encanto ni que deje de destacarse de ella la calidad de sus aguas cristalinas. Es una playa muy característica de la costa occidental, con una extensión de unos 70.000 metros cuadrados, y cuya estampa la configuran los cantos rodados de la parte superior y en la que la bajamar descubre una arena dorada cercana al agua. Se encuentra dentro del paisaje protegido de la costa occidental y cuenta con buenos equipamientos. Muy apreciada también por los amantes de la pesca y el buceo, con enclaves famosos para los amantes del submarinismo como Punta Austera, en su parte occidental.

Playa de Torbas (Coaña)

Si le pregunta a un amante del buceo y la pesca submarina por algún lugar en la costa occidental de Asturias, seguro que la playa de Torbas, en Coaña, sale a relucir. Es una de las zonas más visitadas de este municipio durante los meses de verano. Torbas tiene casi un kilómetro de arena y cantos rodados, que forma una gran ensenada abierta entre vegetación y acantilados. Un espectacular desprendimiento obligó a reconstruir sus accesos desde el pueblo de Loza, una obra que fue inaugurada en el año 2012. La vista desde el mirador de esta playa, también acondicionado en los últimos años, resulta impresionante.