Consternación entre los amigos del joven fallecido al empotrar su moto contra una farola junto al Tartiere

Tras chocar con la luminaria, el piloto cayó al suelo mientras que la moto salió despedida hasta alcanzar dos vehículos aparcados en la zona. Un golpe que originó que esta se incendiase y cuyo fuego afectó también a los dos coches estacionados.

Según explicaron fuentes municipales, el siniestro se produjo a las 0.25 de ayer cuando el joven, residente en Oviedo pero originario de Colombia, perdió el control de la moto debido a la falta de «pericia» e «inexperiencia» en la conducción de este tipo de vehículos. De hecho, el fallecido carecía del permiso de conducción para este tipo de moto aunque sí tenía el de automóvil. La moto, además, tampoco tenía el seguro obligatorio en regla, ya que estaba caducado desde hacía un año, explicaron fuentes policiales.

En el momento del accidente, le acompañaban otros dos motoristas que le precedían. Fueron estos pilotos los que en un momento dado sintieron un golpe y vieron una llamarada a la vez que se percataron de que su amigo se encontraba inconsciente tirado en el suelo. Ellos mismos alertaron a los servicios de emergencia y a la Policía Local. Sin embargo, no pudieron concretar cómo había ocurrido el siniestro debido a que no pudieron verlo al ir pilotando por delante.

La fuerza del impacto provocó que la moto saliese despedida y acabara chocando contra esos vehículos aparcados en la zona, provocando que esta y los coches se incendiasen, por lo que tuvo que intervenir una dotación del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (SEIS) de Oviedo. Hasta el lugar de los hechos también se desplazaron agentes de la Policía Nacional, así como los servicios de emergencias sanitarios a través de una UVI móvil. Nada se pudo hacer por salvar la vida del joven. El médico que lo atendió solo pudo certificar su fallecimiento.

Fuentes policiales consultadas por este periódico aseguraron que el accidente no está relacionado con ningún tipo de carrera o competición ilegal y que todo apunta a la «falta de experiencia» del piloto ante el manejo de una moto de estas características. «No hay ningún elemento que apunte a que había una carrera en este caso», precisaron. En el momento del accidente el joven portaba entre sus pertenencias 1.500 euros en efectivo, explicaron fuentes policiales. El vínculo cercano al joven aclaró, para evitar malas interpretaciones, que el dinero era «completamente legal» y que correspondía a «la recaudación de una tienda».

La muerte del joven ha caído como un jarro de agua fría entre sus amistades. Las redes sociales se llenaron de mensajes de condolencia a sus padres, su hermana y su novia, recordando su figura. Era «una gran persona», le definieron. Muy afectado, un amigo decía ayer que tenía planeado realizar un viaje a Andorra con el fallecido a finales de enero: «Hoy Oviedo llora porque una gran persona nos ha dejado a los 23 años. Siempre vamos a estar contigo y nunca te vamos a olvidar amigo».

Su capilla ardiente está instalada en el tanatorio Ciudad de Oviedo. Hoy se celebrará el acto de honras fúnebres, a las doce y media, y mañana lunes se celebrará el funeral, a las seis de la tarde, en la basílica de San Juan El Real. Habrá otra misa por su descanso el domingo 21 en este templo.