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ROSALÍA AGUDÍN
Lunes, 6 de junio 2016, 01:50
Los tres empresas que componen en la actualidad el vivero de la Cámara de Comercio mueven cientos de datos al día. Una de estas sociedades, los utiliza para las medidas de las piezas que se fabrican a través de las impresoras 3D, otra para realizar rankings y así determinar dónde se puede comer el mejor cachopo o el lugar en el que se puede comprar el queso gamonéu más rico y la última para saber cuál es la mejor zona para instalar un negocio.
Al frente de cada una de estas sociedades se encuentra un grupo de emprendedores, que ha puesto en marcha su idea hace menos de dos años. En los despachos uno y tres de este espacio se encuentran 3D Room Made y Better Place. Tanto Tomás Reinares, gerente del primer negocio, como Pablo López y Alfonso Maestro, creadores del segundo, llevan ya un largo recorrido caminado, ya que comenzaron a montar estas dos compañías en 2014. Sin embargo, en la segunda oficina del vivero se encuentra Toptasting, liderada por Marcos Flórez y David Rodríguez, y su aplicación sobre comida se encuentra aún en fase de prueba, aunque aseguran que esta semana lanzarán su versión definitiva. A pesar de que estas tres empresas comparten espacio son muy diferentes entre ellas.
La primera de ellas se encarga de distribuir impresoras 3D, diseñar piezas para su fabricación en estos dispositivos y formar a los interesados en este mundo. A lo largo de su año y medio de existencia, este negocio ha fabricado «piezas de ingeniería para grandes empresas, proyectos para los estudios de arquitectura» y un largo etcétera, según explica Reinares. Sin embargo, este modelo de negocio no solo va destinado a estas sociedades, sino que entre sus objetivos también hay hueco para la educación. Es por ello, que los gerentes de 3D Room Made firmaron recientemente un convenio con el colegio Santa Teresa, por el cual los alumnos se formarán en esta materia, ya que dentro de unos años estos dispositivos «van a estar en casa de todos», argumenta. Pero, los teresianos no solo verán la parte más 'aburrida' de las impresionas, sino que podrán ver «como se imprimen, por ejemplo, los planetas y luego podrán ver y tocar el sistema solar» impreso, afirma.
La idea de crear Toptasting surgió cuando Marcos Flórez se encontraba de vacaciones en Roma. Él quería comer los «mejores espaguetis carbonara» de la capital italiana. Por esta razón, buscó en internet qué restaurante los servían, «pero después de dar varias vueltas por internet, no encontré nada». Cuando regresó a Asturias volvió a hacer una búsqueda parecida pero en esta caso sobre hamburguesa y nada. Por ello, le comentó la situación a su socio y amigo, David Rodríguez, y decidieron poner en marcha esta aplicación, que en la actualidad se encuentra en versión de pruebas, pero que pronto lanzarán la definitiva.
«Al principio era una app para realizar rankings de los lugares donde se podía comer la mejor comida», indicó. Pero, después del verano el Basque Culinary Center eligió a su proyecto y pudieron disfrutar de una beca donde trabajaron y mejoraron su modelo de negocio. Allí les aconsejaron que cambiasen su logo, que era de un salero con un bigote, para pasar solo al icono del mostacho. Además, incluyeron en este software un ranking para que los usuarios puntúen donde se puede comprar los mejores alimentos gourmet y los productos del día a día. A pesar de que los clientes tienen un gran protagonismo en este proyecto, los verdaderos clientes de Toptasting son «los restaurantes», debido a que pueden «subir su carta y enviar notificaciones a las personas según sus gustos».
Cerrando la lista de emprendedores del vivero de empresas se encuentra Better Place. Según afirma uno de sus creadores, Alfonso Maestro, el «80 por ciento de los negocios fracasa porque se sitúa en un mal sitio». «Puede que un local no esté destinado a ser un bar», manifesta. Por ello, esta empresa analiza «qué tipo de gente pasa» por la calle en la que se quiere poner el negocio, el poder adquisitivo de las personas que viven por ese barrio y así «hasta más de mil variables», comenta. Esta sociedad está destinada a pymes y grandes empresas, aunque ahora están trabajando con «emprendedores, a través de los ayuntamientos y con consultoras de franquicia». Hasta ahora, la cartografía nunca se había utilizado con estos fines, sino que su uso estaba relacionado con «los incendios y la agricultura». Pero el CEO, Pablo López, después de estudiar un máster en esta materia se le ocurrió esta nueva idea.
En la actualidad, el vivero de empresas está albergando a tres empresas, pero el director de área de desarrollo empresarial de esta institución, Ignacio Iglesias, confía que los seis despachos que existen en la calle Quintana estarán ocupados «después del verano». Por esta razón, los datos seguirán circulando por estos despachos durante mucho tiempo.
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